La mandataria sudamericana prometió a los brasileños que el Gobierno está trabajando para aumentar la oferta de empleo.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, afirmó que el país superará las "dificultades momentáneas" que atraviesa, en un discurso proferido el mismo día en que el Gobierno reconoció que la economía entró en recesión técnica.
Rousseff, que habló ante un grupo de beneficiarios de un programa de viviendas populares en la localidad de Caucaia (Ceará, noreste), afirmó que su Gobierno no permitirá que haya "retrocesos" en las políticas sociales ni en términos democráticos.
La mandataria también prometió a los brasileños que el Gobierno está trabajando para aumentar la oferta de empleo, garantizar que el país vuelva a crecer y para controlar la inflación.
La economía brasileña entró en recesión técnica al acumular dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo, un -0,7 % entre enero y marzo y un -1,9 % entre abril y junio, según estadísticas oficiales divulgadas hoy.
El Gobierno brasileño ha tomado una serie de medidas para corregir el desequilibrio en las cuentas públicas con el que terminó en 2014, que han incluido un corte de gastos, un aumento de los impuestos y la restricción del acceso al crédito.
Estas medidas, unidas al aumento de la inflación, la subida de los tipos de interés y la pérdida de confianza ante el escenario económico, han afectado en los últimos meses a la inversión y al consumo.
A pesar de esta política de austeridad, el ahorro en las cuentas públicas se achicó considerablemente en julio pasado, concretamente un 61 % con respecto al mes anterior, informó hoy el Banco Central.
En los doce meses cerrados en julio el déficit fiscal primario, sin tener en cuenta el pago de los intereses de la deuda pública, escaló hasta el 0,89 % del PIB, lo que complica el cumplimiento del objetivo del Gobierno de ahorrar un 0,15 % del PIB este año.
EFE
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