En el último mes, 15 soldados turcos fueron matados por el PKK, la mayoría por minas que hicieron explotar por control remoto.
Dos guardias rurales paramilitares turcos y tres rebeldes kurdos murieron hoy en un enfrentamiento en la provincia de Siirt, en el sureste de Turquía, informó la agencia turca Anadolu.
Según la fuente, varios equipos especiales de la gendarmería fueron enviados a la región en torno a la ciudad de Eruh, en la citada provincia, donde continuaban los enfrentamientos.
Dos guardias rurales paramilitares murieron cuando los rebeldes del proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) abrieron fuego tras ser requeridos para que se rindieran.
En el último mes, 15 soldados turcos fueron matados por el PKK, la mayoría por minas que hicieron explotar por control remoto.
El ejército turco respondió a principios de mayo con un bombardeo a posiciones del PKK en el norte de Irak, en una operación en la que murieron 9 soldados.
Antes de partir hoy a Siria, el presidente de Turquía, Abdullah Gul, consideró muy positivas las discusiones en curso para encontrar una salida pacífica al conflicto kurdo.
Por otro lado, la Fiscalía ha pedido permiso a la Oficina del Presidente del parlamento turco para interrogar a los cinco diputados del Partido de la Sociedad Democrática (DTP, nacionalista kurdo) ante acusaciones de apoyar al PKK.
El presidente del Parlamento, Koksal Topan, ha definido la situación como "muy delicada" y ha recordado que en 1994 la detención de diputados kurdos causó una crisis profunda cuyas consecuencias se sienten todavía hoy.
El PKK se levantó en armas en 1984 para implantar la autonomía de 12 millones de kurdos que viven en Turquía y desde entonces unas 45.000 personas han muerto en una guerra no declarada entre estos rebeldes y las fuerzas militares turcas.
EFE
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