Mark Toner, portavoz del Departamento de Estado, dijo que "la lapidación como medio de ejecución equivale a tortura, es algo bárbaro y un acto abominable".
El Gobierno de Estados Unidos instó a Irán a no ejecutar a una mujer iraní mediante la lapidación por supuesto adulterio, una práctica de castigo que calificó de "bárbara" y equivalente a la tortura.
Mark Toner, portavoz del Departamento de Estado, dijo en su rueda de prensa diaria que "la lapidación como medio de ejecución equivale a tortura, es algo bárbaro y un acto abominable".
"Condenamos en los términos más enérgicos el uso de la práctica de la lapidación, dondequiera que ocurra, como forma de dar legalmente muerte a alguien mediante la tortura", agregó.
El portavoz recordó a Irán que una resolución de la Asamblea General de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en ese país instó específicamente a la República Islámica a poner fin a esa práctica de ejecución.
"Urgimos a las autoridades iraníes a cumplir sus compromisos con el debido proceso, asumidos bajo la Convención Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos", señaló Toner.
Sakineh Mohammad Ashtiani, de 43 años, ha pasado ya cinco años en la cárcel y ha recibido 99 latigazos.
El hijo de Ashtiani, Sajad Ghadarzade, de 22 años, envió una carta a las organizaciones de derechos humanos en la que niega las acusaciones de adulterio contra su madre y dice que las máximas autoridades de Irán han rechazado sus peticiones de clemencia.
Mark Toner, portavoz del Departamento de Estado, dijo en su rueda de prensa diaria que "la lapidación como medio de ejecución equivale a tortura, es algo bárbaro y un acto abominable".
"Condenamos en los términos más enérgicos el uso de la práctica de la lapidación, dondequiera que ocurra, como forma de dar legalmente muerte a alguien mediante la tortura", agregó.
El portavoz recordó a Irán que una resolución de la Asamblea General de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en ese país instó específicamente a la República Islámica a poner fin a esa práctica de ejecución.
"Urgimos a las autoridades iraníes a cumplir sus compromisos con el debido proceso, asumidos bajo la Convención Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos", señaló Toner.
Sakineh Mohammad Ashtiani, de 43 años, ha pasado ya cinco años en la cárcel y ha recibido 99 latigazos.
El hijo de Ashtiani, Sajad Ghadarzade, de 22 años, envió una carta a las organizaciones de derechos humanos en la que niega las acusaciones de adulterio contra su madre y dice que las máximas autoridades de Irán han rechazado sus peticiones de clemencia.
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