"He visto muchas muertes pero nada como esto, te hace sentir que no vives en un mundo civilizado", ha dicho un fotógrafo testigo del hecho.
Una precaria embarcación de madera atiborrada de inmigrantes desesperados por saltar al agua flotaba en las aguas del Mar Mediterráneo cuando aparecieron los rescatistas. De los casi 1,000 africanos que iban en la lancha, unos 30 ya habían muerto ahogados.
Habían partido desde Libia y buscaban llegar a costas europeas. Hombres, mujeres, niños de Nigeria, Sudán, Gambia, Somalia, Costa de Marfil y otros países huían de los graves conflictos, guerras civiles y falta de alimentos, apenas pudieron remar 22 kilómetros cuando se toparon cara a cara con la muerte.
El fotógrafo de la agencia AFP, Aris Messinis, retrató el dramático momento del rescate. Llantos de niños, mujeres embarazadas y hombres desesperados que se lanzaban al ver el bote de los salvavidas, reportó el portal BBC.
La organización humanitaria Proactiva Open Arms fue la encargada de las labores de salvataje. "Era el tercer barco que rescatábamos esa mañana" dijo Laura Lanuza, su representante.
Relató que vivió una situación tensa, viajaban en condiciones infrahumanas, hacinados y con los inmigrantes en estado de pánico.
Lanuza también dijo que parecía un "barco de esclavos". Solo en la bodega iban 650 personas, el rescate duró unas 19 horas y se rescataron 32 cadáveres. Los chalecos salvavidas que lanzaron ayudaron a que la cifra no se disparara ante el caos que se vivía.
Los traficantes de personas son los encargados de llenar esos vehículos marítimos con gente.
Muchos mueren en el trayecto ahogados en naufragios. Las condiciones en las que viajan son precarias.
Esto hace que no lleguen ni a los 50 kilómetros de recorrido. Un día antes de este rescate, unas 6,000 personas fueron socorridas en las costas de Libia. Es la situación diaria que vive esa parte del mundo.
En las imágenes del fotógrafo de AFP se retrata la desesperación de quienes prefieren retar a la muerte antes que vivir una realidad insistenible. "He visto muchas muertes pero nada como esto, te hace sentir que no vives en un mundo civilizado", dijo Messinis.
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