El Salvador ha sufrido un repunte de los homicidios y las extorsiones por las pandillas a particulares y a propietarios de unidades del transporte colectivo.
El gobierno salvadoreño se prepara para sacar a las calles a 6.500 soldados para apoyar a la Policía en su lucha contra la violencia y la delincuencia, que en lo que va de año ha dejado 3.492 muertos, convirtiendo al país en uno de los más peligrosos del mundo.
El ministro de la Defensa, el general David Munguía, dijo que la institución castrense que ya participa con 2.000 efectivos en apoyo de la Policía tiene "listos" unos 6.500 efectivos más para las operaciones de seguridad que ordene el presidente atendiendo el clamor de la ciudadanía, que "se encuentra desesperada porque está siendo acosada por la delincuencia".
Para Munguía, "el problema delincuencial se ha convertido en un problema de seguridad nacional".
El Salvador ha sufrido un repunte de los homicidios y las extorsiones por las pandillas a particulares y a propietarios de unidades del transporte colectivo.
Entre el 1 de enero y el 18 de octubre se registraron 3.492 homicidios, lo que significa 1.008 casos más que en el mismo período de 2008. Sólo el pasado domingo fueron asesinadas 26 personas.
Pero uno de los casos que más conmovió a la población ocurrió la noche del lunes, cuando un padre y su pequeña hija fueron acribillados a balazos en la comunidad de Soyapango, en la periferia de la capital, donde se concentran los mayores niveles de delincuencia y criminalidad del país.
En esta zona no es raro encontrar cadáveres desmembrados en bolsas de plástico.
Algunos políticos abogan por una reforma constitucional para devolverle al Ejército las funciones de seguridad pública que se le retiraron con la firma de los acuerdos de paz al término de doce años de guerra civil en 1992.
No obstante, el presidente izquierdista Mauricio Funes dijo este martes que no está "promoviendo una reforma constitucional que le dé otras atribuciones (al Ejército) que las que ya tiene por mandato constitucional".
Sin embargo, el mandatario no descartó que para algunas misiones en particular se requiera del "acompañamiento legal".
Este martes, un informe sobre desarrollo humano para Centroamérica, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrolo (PNUD), alertó que "la violencia constituye la epidemia más seria y de mayor impacto que está padeciendo la región centroamericana y particularmente El Salvador".
Funes pidió a los salvadoreños que se unan en la lucha contra el "monstruo" de la violencia.
AFP
El ministro de la Defensa, el general David Munguía, dijo que la institución castrense que ya participa con 2.000 efectivos en apoyo de la Policía tiene "listos" unos 6.500 efectivos más para las operaciones de seguridad que ordene el presidente atendiendo el clamor de la ciudadanía, que "se encuentra desesperada porque está siendo acosada por la delincuencia".
Para Munguía, "el problema delincuencial se ha convertido en un problema de seguridad nacional".
El Salvador ha sufrido un repunte de los homicidios y las extorsiones por las pandillas a particulares y a propietarios de unidades del transporte colectivo.
Entre el 1 de enero y el 18 de octubre se registraron 3.492 homicidios, lo que significa 1.008 casos más que en el mismo período de 2008. Sólo el pasado domingo fueron asesinadas 26 personas.
Pero uno de los casos que más conmovió a la población ocurrió la noche del lunes, cuando un padre y su pequeña hija fueron acribillados a balazos en la comunidad de Soyapango, en la periferia de la capital, donde se concentran los mayores niveles de delincuencia y criminalidad del país.
En esta zona no es raro encontrar cadáveres desmembrados en bolsas de plástico.
Algunos políticos abogan por una reforma constitucional para devolverle al Ejército las funciones de seguridad pública que se le retiraron con la firma de los acuerdos de paz al término de doce años de guerra civil en 1992.
No obstante, el presidente izquierdista Mauricio Funes dijo este martes que no está "promoviendo una reforma constitucional que le dé otras atribuciones (al Ejército) que las que ya tiene por mandato constitucional".
Sin embargo, el mandatario no descartó que para algunas misiones en particular se requiera del "acompañamiento legal".
Este martes, un informe sobre desarrollo humano para Centroamérica, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrolo (PNUD), alertó que "la violencia constituye la epidemia más seria y de mayor impacto que está padeciendo la región centroamericana y particularmente El Salvador".
Funes pidió a los salvadoreños que se unan en la lucha contra el "monstruo" de la violencia.
AFP
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