El resultado del concurso de escuelas se conocerá el miércoles por la tarde.
Las escuelas de samba de Río de Janeiro pusieron en la madrugada de hoy punto final a dos jornadas de desfiles del carnaval con una exaltación de la música brasileña a cargo de Mangueira, una de las más tradicionales de la ciudad.
"Mangueira es música de Brasil" fue el tema desarrollado por la popular escuela verde y rosa, que recordó los movimientos surgidos de mediados del siglo XX en adelante, empezando por la Bossa Nova, que con su cadencia trascendió las fronteras nacionales.
A partir de la Bossa Nova, la escuela hizo un recorrido por otros movimientos como la Joven Guardia, el Tropicalismo y la Música Popular Brasileña (MPB), además de otros más recientes como el rock nacional, la timbalada y el funk.
Pese a que el homenaje era a otros géneros musicales, el desfile comenzó con evocaciones a artistas legendarios de la escuela y de sambas exitosos presentados por Mangueira en el sambódromo en otros carnavales.
La apertura de la segunda y última noche de desfiles de las escuelas de samba del grupo especial, como se denomina a la máxima categoría del carnaval, estuvo a cargo de Mocidade Independiente de Padre Miguel con una representación sobre los paraísos.
Los paraísos naturales, los fiscales, los espirituales y los del consumo fueron recreados por Mocidade con un desfile titulado "Del paraíso de Dios al paraíso de la locura: cada uno sabe lo que busca".
El espectáculo de Mocidade comenzó con una coreografía de Adán y Eva en el paraíso terrenal y mostró además el edén que encontraron en el trópico los conquistadores europeos, incluida la leyenda de Eldorado.
Igualmente representó "el paraíso de la impunidad", con máquinas de lavar ropa que simbolizaban el lavado de dinero, y el paraíso del consumo, con una carroza en la que destacaban los autos de lujo y ropas de marca.
La segunda escuela de la noche fue Porto da Pedra, que repasó la historia de la moda.
De la vestimenta de los tiempos de la Prehistoria, con un grupo de bailarines vestidos como los Picapiedra de la serie de televisión, a la moda futurista, las grandes tendencias estuvieron en el desfile de Porto da Pedra.
Las vestimentas usadas por antiguas civilizaciones como la egipcia, la griega o la romana, los trajes de la Edad Media, del Renacimiento, de la época victoriana, de la corte de Luis XIV o del periodo napoleónico fueron representados en el desfile.
De la misma forma, la escuela mostró la moda de los años 20, las creaciones de Channel y de los grandes diseñadores contemporáneos, para terminar con los brasileños que se destacan actualmente.
Portela, la primera escuela en ganar un título oficial del carnaval carioca, en 1935, y la que más galardones tiene en su vitrina, con 21, se presentó con un desfile futurista sobre la inclusión digital en Río de Janeiro.
Efectos especiales marcaron el comienzo del desfile de Portela, en el que mostró el universo de las nuevas tecnologías. El código binario, internet, la fibra óptica, la nanotecnología y los virus de los computadores estuvieron en su desfile, que sin embargo no causó mucho entusiasmo entre el público.
Para mostrar los avances tecnológicos al servicio de la medicina, Portela desfiló también con un grupo de personas discapacitadas en sillas de ruedas y con jóvenes que sufren el Síndrome de Down.
La cuarta escuela de la noche fue Grande Río, que recordó los momentos más gloriosos de los desfiles en el sambódromo con grandes y lujosas carrozas llenas de personajes de la farándula nacional, entre ellas las modelos Ana Hickmann, Fernanda Lima y Suzana Werner.
Grande Río tuvo problemas mecánicos con sus dos últimas carrozas, que retrasaron su entrada en el desfile, lo que puede restarle puntos en la elección de la campeona del carnaval carioca, que se llevará a cabo mañana entre las doce aspirantes, seis de las cuales desfilaron en la noche del domingo.
Vila Isabel, una de las favoritas al título de este año, completó la velada con un desfile que homenajeó al compositor y poeta Noel Rosa, uno de los iconos de ese barrio carioca y cuyo centenario de nacimiento se celebra este año.
El desfile fue una biografía musical del artista con una samba compuesta por Martinho da Vila, otro grande de Vila Isabel, que encabezó la presentación vestido como un mariscal, de blanco impecable, banda con los colores azul y blanco de la escuela sobre el pecho y gorro coronado con un penacho.
EFE
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