Los servicios de inteligencia todavía buscan determinar si el inicio de la pandemia estuvo relacionado al contacto con animales infectados, en China.
Los servicios de inteligencia de Estados Unidos anunciaron el jueves haber llegado a la conclusión de que el nuevo coronavirus se originó en China pero "no fue creado por el hombre o modificado genéticamente".
Los servicios de inteligencia todavía buscan "determinar si la epidemia comenzó por un contacto con animales infectados o si fue el resultado de un accidente de laboratorio en Wuhan", ciudad china donde surgió la pandemia, precisó la dirección de inteligencia en un comunicado.
En tanto, un rayo de esperanza surgió el miércoles en la lucha contra la enfermedad al anunciarse resultados prometedores de un nuevo medicamento antiviral, mientras la pandemia fune al país, la primera economía mundial, en la peor recesión en una década.
La COVID-19 deja al menos 214 000 muertos y más de tres millones de infectados en todo el mundo desde su aparición en China en diciembre pasado. Y amenaza con provocar la contracción económica global más grande en un siglo.
Pero una buena noticia disparó las bolsas mundiales: el laboratorio estadounidense Gilead reportó "resultados positivos" de un ensayo clínico con la droga remdesivir.
El principal epidemiólogo estadounidense y asesor del presidente Donald Trump, Anthony Fauci, que supervisó la investigación, dijo que el remdesivir "tiene un claro, significativo y positivo efecto en la disminución del tiempo de recuperación" de los enfermos de COVID-19.
Esto demostró que "un medicamento puede bloquear este virus", afirmó en rueda de prensa en la Casa Blanca, comparando el hallazgo con los primeros retrovirales contra el VIH, el virus del sida, en los años 1980.
(Con información de AFP)
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