Las 14 agujas retiradas estaban alojadas en la vejiga y en los intestinos y se suman a las otras cuatro que los médicos ya habían extraído de los pulmones y el corazón.
Un equipo médico retiró otras catorce agujas del cuerpo a un niño brasileño de dos años de edad, al que su padrastro confesó haber sometido a un ritual de magia negra, informaron fuentes médicas.
Las catorce agujas retiradas estaban alojadas en la vejiga y en los intestinos y se suman a las otras cuatro que los médicos ya habían extraído de los pulmones y el corazón, que eran las que más preocupaban por su amenaza a la vida del menor.
"En el vientre, la única (aguja) que decidimos no extraer es una que está alojada en el hueso del pubis", explicó el cirujano Braulio Xavier.
En total le fueron clavadas 31 agujas, por lo que todavía hay trece en el cuerpo del niño, once de las cuales no ofrecen riesgo vital y no serán retiradas, según los responsables del equipo médico.
Las otras dos, clavadas en la columna vertebral, serán sacadas la semana que viene porque todavía pueden representar riesgo para la salud del infante, que permanece internado en un hospital de Salvador, capital del estado de Bahía.
La policía de Bahía presentó hoy cargos por intento de homicidio contra el padrastro del menor, Roberto Carlos Magalhaes, y su novia, Angelina Ribeiro dos Santos, que presuntamente se dedica a realizar rituales de magia negra.
Otra mujer permanece arrestada de forma provisional y es sospechosa de colaborar con la pareja, aunque todavía no se han presentado cargos formales.
El padrastro confesó ante un programa de televisión que aplicó las agujas dos o tres veces por semana durante un mes, utilizando vino para dormir al niño y explicó que lo hizo por venganza contra la madre del niño.
EFE
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