Los documentos secretos desclasificados por el MI5 demuestran que Baden-Powell profesaba abiertamente su admiración hacia la ideología nazi y su movimiento juvenil.
El fundador de los Boy Scouts, Robert Baden-Powell, mantuvo contactos con representantes de Adolf Hitler dos años antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial para hablar de una posible alianza entre su organización y las juventudes hitlerianas.
Documentos desclasificados por el MI5, la agencia de contraespionaje del Reino Unido, indican que los encuentros entre Baden-Powell y el embajador alemán en Londres, Joachim von Ribberntrop, provocaron alarma entre las autoridades, según recoge hoy la prensa británica.
Coincidiendo con estas reuniones, las fuerzas del orden habían detectado un repentino incremento de excursiones ciclo-turísticas al Reino Unido de las juventudes hitlerianas, a cuyos miembros se les adoctrinaba en el antisemitismo y aspiraban a convertirse en "superhombres arios".
Las informaciones de la prensa de la época, que denominaba a estos jóvenes "ciclo-espías", obligaron al contraespionaje a interesarse en sus actividades ante la sospecha de que recorrían el país con ayuda de los Scouts para reunir información sobre las infraestructuras nacionales.
Los documentos secretos demuestran que Baden-Powell profesaba abiertamente su admiración hacia la ideología nazi y su movimiento juvenil, como dejó constancia en una nota interna redactada después de una visita en 1937 del alto dirigente Hartmann Lauterbacher.
En otra ocasión, después de cenar con el embajador Von Ribberntrop (considerado como el arquitecto de la política exterior de Hitler), reflejó en una misiva su intención de acercar a ambas organizaciones como vía para "mantener la paz entre las dos naciones".
Baden-Powell, quien consideraba Mein Kampf como un "libro maravilloso", confirmó más adelante que el diplomático le había invitado a viajar a Berlín para mantener un encuentro con el propio Führer.
-EFE-
Documentos desclasificados por el MI5, la agencia de contraespionaje del Reino Unido, indican que los encuentros entre Baden-Powell y el embajador alemán en Londres, Joachim von Ribberntrop, provocaron alarma entre las autoridades, según recoge hoy la prensa británica.
Coincidiendo con estas reuniones, las fuerzas del orden habían detectado un repentino incremento de excursiones ciclo-turísticas al Reino Unido de las juventudes hitlerianas, a cuyos miembros se les adoctrinaba en el antisemitismo y aspiraban a convertirse en "superhombres arios".
Las informaciones de la prensa de la época, que denominaba a estos jóvenes "ciclo-espías", obligaron al contraespionaje a interesarse en sus actividades ante la sospecha de que recorrían el país con ayuda de los Scouts para reunir información sobre las infraestructuras nacionales.
Los documentos secretos demuestran que Baden-Powell profesaba abiertamente su admiración hacia la ideología nazi y su movimiento juvenil, como dejó constancia en una nota interna redactada después de una visita en 1937 del alto dirigente Hartmann Lauterbacher.
En otra ocasión, después de cenar con el embajador Von Ribberntrop (considerado como el arquitecto de la política exterior de Hitler), reflejó en una misiva su intención de acercar a ambas organizaciones como vía para "mantener la paz entre las dos naciones".
Baden-Powell, quien consideraba Mein Kampf como un "libro maravilloso", confirmó más adelante que el diplomático le había invitado a viajar a Berlín para mantener un encuentro con el propio Führer.
-EFE-
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