El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, logró evadir a su par ruso Vladimir Putin durante la inauguración de la cumbre del G20 en Argentina; sin embargo, no pudo escapar de un encuentro en los pasillos.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, logró evadir a su par ruso Vladimir Putin este viernes durante la inauguración de la cumbre del G20 en Argentina; sin embargo, no pudo escapar de un encuentro aparentemente no planeado en los pasillos.
Se esperaba que Trump tuviese un encuentro cara a cara con Putin, seguido por una reunión ampliada de sus delegaciones. Pero a último minuto, justo antes de viajar el jueves, el mandatario norteamericano canceló esa cita.
El estadounidense afirmó que debido a la crisis entre Rusia y Ucrania, decidió que "sería mejor para todas las partes involucradas cancelar" el encuentro.
De este modo se refirió a la tensión generada por la captura el pasado domingo en el mar de Azov de tres buques militares ucranianos por parte de Rusia.
El desaire
Una vez que la cumbre estuvo ya instalada, resultó imposible evitar a Putin. Los 20 jefes de Estado y de gobierno tuvieron juntos un almuerzo y otras actividades. Sin embargo, en el momento de posar para la foto grupal, Trump tuvo el cuidado de pasar de largo ante el presidente ruso sin saludarlo.
Interrogado posteriormente sobre si intercambiaría algunas palabras con Putin, se limitó a responder: "No especialmente. No sé".
Encuentro fortuito
Sin embargo, una fotografía cambió la situación: Trump y Putin ya habían estado cara a cara, hablar e incluso se rieron, detalla el portal argentino Infobae.
El medio de comunicación además publicó una fotografía que los muestra dialogando cordialmente. Putin, sonriente, incluso posa una de sus manos sobre el brazo del mandatario nortemaricano. A su alrededor, miembros de la organización de la cumbre los observan de cerca, algunos de los cuales aprovechan para captar imágenes del momento.
Siempre según Infobae, este breve encuentro ocurrió antes de la foto grupal. El estadounidense recién había llegado luego de su sorpresiva ausencia en el retiro, la cita privada de miembros permanentes del foro. Hablaron por lo menos un minuto y medio, y hubo risas. Su cara a cara no pasó inadvertido, los otros presidentes y sus acompañantes lo notaron.
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