El hasta hoy mandatario de facto de Honduras decidió dar un paso al costado para apoyar la creación de un gabinete unitario y poner fin a la crisis política en Tegucigalpa.
El equipo de Gobierno del presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, renunció en pleno a petición de éste a fin de apoyar la creación del gabinete del Gobierno de Unidad contemplado en el Acuerdo Tegucigalpa-San José.
"El presidente de la República, Roberto Micheletti, pidió a sus secretarios de Estado poner a disposición sus cargos para conformar el nuevo Gabinete de lo que será el Gobierno de Unidad y Reconciliación Nacional. (...). Todos depusieron sus cargos", anunció el Ejecutivo golpista en un comunicado.
Los ministros "renunciaron a sus cargos, los que serán ocupados por representantes de los partidos políticos que participarán en el proceso electoral del próximo 29 de noviembre", añadió el documento.
Fuentes de la Presidencia del régimen de facto aseguraron a periodistas que en las próximas horas se disponían a anunciar la composición de un nuevo Gobierno de Unidad, que contempla el Acuerdo Tegucigalpa-San José suscrito entre representantes del presidente depuesto, Manuel Zelaya, y Micheletti, y que debía ser instalado a más tardar hoy.
El boletín explicó que esta semana "Micheletti le solicitó a los principales partidos políticos y los candidatos presidenciales, al igual que al señor Manuel Zelaya Rosales, una lista de diez recomendaciones de personas que podrían conformar el nuevo Gobierno de Unidad".
Sin embargo, según la comunicación del Gobierno de facto, sólo "recibió una lista de nombres de los principales partidos políticos, los cuales pusieron a la discreción del mandatario los puestos que estas personas ocuparían en el nuevo Gobierno".
No dice nada de la respuesta de Zelaya, cuyos representantes anunciaron en los últimos días que no apoyarían el Ejecutivo de Unidad si no era para encabezarlo el presidente depuesto.
Para eso, el Congreso tendría que resolver antes sobre su restitución en el cargo del que fue expulsado por un golpe de Estado el pasado 28 de junio, como establece el Acuerdo Tegucigalpa-San José.
Sin embargo, el Legislativo unicameral de Honduras todavía no ha convocado al pleno para discutir el asunto.
Prácticamente a la vez que se difundía el comunicado de Micheletti, el asesor político de Zelaya, Rasel Tomé, insistía en unas declaraciones a Radio Globo en que todavía había tiempo para que el mandatario derrocado fuese restaurado.
"Hoy el plazo de conformación del Gobierno de Unidad y Conciliación Nacional es todo el día, hasta las 12 de la noche, o sea que estamos todavía en el plazo. (...) Nosotros todavía estamos esperando, el plazo no ha vencido", aseguraba Tomé.
En principio, el Gobierno de facto emitió un comunicado en el que decía que "este día debe de conformarse un gobierno a la cabeza de presidente Micheletti", aunque luego distribuyó otro corregido sin esa mención, pese a que el presidente de facto no ha ocultado su intención de permanecer a la cabeza del nuevo Ejecutivo de unidad.
EFE
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