Los restos pueden ser de los hombres que viajaron como turistas y que fueron secuestrados a finales de septiembre, según un video subido a internet por criminales.
Dieciocho cadáveres han sido rescatados de una fosa clandestina cerca del balneario mexicano de Acapulco, donde ayer fueron encontrados dos hombres asesinados con un mensaje que aseguraba que en ese lugar había varios cuerpos enterrados, informó hoy a Efe una fuente oficial.
Los restos pueden ser de los 20 hombres que viajaron como turistas desde Michoacán a Guerrero y que fueron secuestrados a finales de septiembre, según un vídeo subido hoy a internet por criminales.
Los trabajos de búsqueda se realizan desde este martes, tras el hallazgo de los dos cadáveres con el mensaje, pero hasta hoy han ido sacando de la fosa clandestina los cuerpos, de los que se desconoce su identidad.
Fernando Monreal, director de la Policía Investigadora Estatal, dijo a Efe que hasta las 15.00 hora local (21.00 GMT) iban ocho cuerpos y que estaban en estado de descomposición, por lo que tardarán en lograr su identificación. Dos horas después, una fuente cercana a las excavaciones dijo a Efe que habían sido sacados otros diez, por lo que suman 18.
El lugar del hallazgo es una huerta en la comunidad de Tuncingo, en la salida de Acapulco hacia el vecino estado de Oaxaca.
Monreal dijo que no se podría saber de momento si estos cuerpos tienen alguna relación con el caso del secuestro de unos 20 hombres hace un mes cuando llegaban como turistas a Acapulco procedentes del también vecino estado de Michoacán y de los que se desconoce su paradero.
Pero presuntos criminales subieron hoy a internet un vídeo donde aparecen dos hombres -al parecer las víctimas halladas ayer con el mensaje- declarando a la cámara que habían matado a los "michoacanos" (presuntamente los 20 turistas) por órdenes de un hombre llamado Carlos Montemayor, alias "El Charro" o "El Compadre".
Visiblemente golpeado, uno de los dos hombres dijo que la orden era llevar a las víctimas a Cuernavaca (capital del vecino estado de Morelos), pero por la presencia militar se les pidió enterrarlos en Guerrero.
Interrogado por un hombre que no aparece a cámara, el declarante afirma que todo se hizo porque el cartel de las drogas de La Familia Michoacana les "quitó la plaza de Altamirano".
En las excavaciones participan agentes estatales y federales, apoyados por militares e infantes de la Marina.
En Guerrero, desde hace unos meses, bandas rivales del crimen organizado libran una guerra sin cuartel por las plazas de Acapulco y Zihuatanejo, dos puntos turísticos de este estado.
Una célula de Edgar Valdez Villarreal, alias "La Barbie", y miembros del cartel de Héctor Beltrán Leyva, "El General", se enfrentan por el control de este territorio del sur mexicano.
Guerrero es vecino del estado de Michoacán, donde opera el sanguinario cartel de La Familia Michoacana. EFE
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