Inspectoría General de la Policía concluyó que había indicios de la comisión de los delitos contra los efectivos, uno de ellos se encuentra prófugo.
La Policía investiga las condiciones en las que Raúl Carlos Tucto Virgilio fue asesinado a balazos, debido a que la víctima denunció en el 2005 a dos oficiales y dos suboficiales de detenerlo en Lince y exigirle 30 mil dólares.
Según el atestado policial, el mayor Joe Frank Sánchez Alva, el teniente Manuel Fernando Deza Pereyra; y los suboficiales Segundo Chávez Navarro y Hernán Baldeón Reynoso, detuvieron al empresario Raúl Carlos Tucto cuando conducía su vehículo en Lince.
Precisa además que los efectivos lo condujeron a la comisaría del sector con el pretexto de contar con una orden de captura que pesaba contra el auto.
Una vez en la delegación, los policías exigieron a la esposa de Tucto Virgilio 30 mil dólares a cambio de la libertad de su cónyuge. Refieren que la mujer entregó 25 mil dólares al mayor Sánchez Alva.
El caso fue denunciado ante la Inspectoría General de la Policía, que hizo las indagaciones respectivas y concluyó que había indicios de la comisión de los delitos.
El teniente Deza Pereyra; y los suboficiales Segundo Chávez Navarro y Hernán Baldeón Reynoso fueron detenidos y puestos a disposición de la Fiscalía. El mayor Sánchez Alva sigue prófugo.
Además del proceso judicial, los policías denunciados deberán enfrentar al Tribunal Administrativo Disciplinario de la Policía Nacional, que puede separarlos de la institución.
Mediante un comunicado, la PNP deplora el accionar de estos malos elementos y señala que se trata de actos aislados.
Según el atestado policial, el mayor Joe Frank Sánchez Alva, el teniente Manuel Fernando Deza Pereyra; y los suboficiales Segundo Chávez Navarro y Hernán Baldeón Reynoso, detuvieron al empresario Raúl Carlos Tucto cuando conducía su vehículo en Lince.
Precisa además que los efectivos lo condujeron a la comisaría del sector con el pretexto de contar con una orden de captura que pesaba contra el auto.
Una vez en la delegación, los policías exigieron a la esposa de Tucto Virgilio 30 mil dólares a cambio de la libertad de su cónyuge. Refieren que la mujer entregó 25 mil dólares al mayor Sánchez Alva.
El caso fue denunciado ante la Inspectoría General de la Policía, que hizo las indagaciones respectivas y concluyó que había indicios de la comisión de los delitos.
El teniente Deza Pereyra; y los suboficiales Segundo Chávez Navarro y Hernán Baldeón Reynoso fueron detenidos y puestos a disposición de la Fiscalía. El mayor Sánchez Alva sigue prófugo.
Además del proceso judicial, los policías denunciados deberán enfrentar al Tribunal Administrativo Disciplinario de la Policía Nacional, que puede separarlos de la institución.
Mediante un comunicado, la PNP deplora el accionar de estos malos elementos y señala que se trata de actos aislados.
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