Inmigrante fue obligada a ser empleada de Los Zetas en México

Una inmigrante de El Salvador, que llegó a México para ingresar por tierra ilegalmente a Estados Unidos, fue secuestrada por el grupo criminal "Los Zetas", que la mantuvo como su esclava en labores domésticas.

Los Zetas exigían un pago de tres mil dólares para dejar libre a Marisolina, como se le conoce a la mujer, pero ninguno de sus familiares respondió desde El Salvador, informa el portal El Universal de México.

"Con algo nos vas a tener que pagar güerita", la amenazaban los primeros días de cautiverio.

La convirtieron en la cocinera de otros migrantes secuestrados y de los jefes de casa de seguridad, señala.

Una noche, el jefe de la casa de seguridad, conocido como El Perro se emborrachó, y le confesó ser el "carnicero" porque se deshacía "de la basura que no paga", es decir, asesinaba a los inmigrantes cuyos familiares no pagan por su libertad.

Revela que escuchó muchas veces que sus secuestradores hablaban con los policías, con los de migración o con los maquinistas, quienes les avisaban cuando venía un grupo numeroso de centroamericanos en el tren, o cuando los habían detenido.

La salvadoreña recordó que en una ocasión le ordenaron dar comida a unos inmigrantes que también estaban en cautiverio, amarrados, antes de ser asesinados.

Una noche, tras un operativo del Ejército en una de las casas de seguridad de Los Zetas, donde rescataron a otros migrantes, El Perro le pidió a Marisolina y a una amiga que lo acompañaran a comprar cigarros y refrescos. Afuera de una tienda las dejaron ir, no sin antes advertirles que no dejaran que su boca las matara.

La trágica situación de los inmigrantes en México se reveló tras el hallazgo de 72 cadáveres en un rancho mexicano, que habrían sido asesinados a manos de Los Zetas.