Dirigentes, figuras políticas y públicas de todo el mundo reaccionaron a la muerte de la reina Isabel II, en una jornada durante la cual se rindió homenaje a una soberana excepcionalmente longeva y transmitiendo su pésame a la familia real y al pueblo británico.
Dirigentes de todo el mundo reaccionaron rápidamente a la muerte de la reina Isabel II, rindiendo homenaje a una soberana excepcionalmente longeva y transmitiendo su pésame a la familia real y al pueblo británico.
El papa Francisco se declaró "profundamente entristecido" por la muerte de Isabel II y rindió homenaje a la "vida de servicio incansable", a su "devoción por el deber" y "a su testimonio inquebrantable de fe en Jesucristo".
El presidente estadounidense, Joe Biden, elogió a una "estadista de dignidad y constancia inigualables", consideró que fue "más que una monarca. Encarnó una época".
También afirmó que espera trabajar con su hijo, el rey Carlos III, con quien mantiene una "estrecha amistad".
Desde Estados Unidos también se pronunció el expresidente estadounidense Donald Trump, quien alabó el "tremendo legado de paz y prosperidad" que dejó Isabel II en el Reino Unido. Su antecesor, Barack Obama, elogió un reinado definido por "la gracia, la elegancia y un sentido del deber inquebrantable".
El rey Felipe VI de España afirmó en un discurso que Isabel II es "una de las mejores reinas de todos los tiempos por su dignidad, sentido del deber, coraje y entrega a su pueblo siempre y en todo momento".
En un telegrama enviado antes al sucesor de la monarca, Carlos III, Felipe dijo que Isabel II "ha escrito y ha dado forma a muchos de los capítulos más relevantes de la historia" de las últimas décadas.
Vladimir Putin afirmó que Isabel II tenía "el amor y el respeto" de los suyos y "autoridad" en el mundo. Por su parte, Emmanuel Macron rindió homenaje a Isabel II, a la que describió como "una amiga de Francia, una reina de corazón" que "marcó su país y su siglo para siempre".
El presidente irlandés, Michael Higgings, expresó sus condolencias y ensalzó a una "amiga extraordinaria de Irlanda". Antonio Guterres, secretario general de la ONU, elogió "la gracia, la dignidad y la dedicación" de la reina Isabel II, que fue una "presencia tranquilizadora durante décadas de cambios de gran alcance, incluida la descolonización en África y Asia".
A modo de respeto, el Consejo de Seguridad de la ONU guardó un minuto de silencio durante una sesión. Por otro lado, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, se declaró "profundamente entristecido". "Durante más de 70 años, fue un ejemplo de liderazgo desinteresado y servicio público", expresó Stoltenberg.
Desde Escocia, la primera ministra Nicola Sturgeon —que está a favor de que Escocia se independice del Reino Unido— consideró que el fallecimiento de Isabel II era "un momento profundamente triste para el Reino Unido, la Commonwealth y el mundo".
"Su vida estuvo marcada por una extraordinaria dedicación y servicio", dijo en Twitter, transmitiendo sus condolencias.
El primer ministro israelí, Yair Lapid, ensalzó a Isabel II como una "dirigente única" y una "figura excepcional" que "deja un legado incomparable de liderazgo y servicio".
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, destacó que la monarca fue testigo de "la guerra y la reconciliación en Europa y otros lugares y de profundas transformaciones de nuestro planeta y nuestras sociedades".
"Fue un faro de continuidad a lo largo de estos cambios, sin dejar de mostrar una serenidad y una entrega que dieron fuerza a muchas personas. Que descanse en paz", agregó.
La reina Isabel II simbolizó "la reconciliación" con Alemania, contribuyendo a "curar las heridas" de la Segunda Guerra Mundial, señaló el jefe de Estado alemán, Frank-Walter Steinmeier.
El rey de los Belgas, Felipe, y la reina Matilde expresaron su "profunda tristeza" y saludaron "una personalidad extraordinaria" que mostró "dignidad, coraje y devoción".
La reina Margarita II de Dinamarca, ahora la soberana más longeva de Europa, dijo que Isabel II era "una figura destacada entre las monarquías europeas y una gran inspiración" para todas ellas.
El primer ministro indio, Narendra Modi, expresó su "dolor" por la desaparición de la soberana, que calificó como "una guía inspiradora para su nación y su pueblo".
Arif Alvi, presidente de Pakistán, jefe de Estado del segundo país más poblado de la Commonwealth de las antiguas colonias británicas, aclamó a Isabel II como una "gran dirigente benévola" y afirmó que "será recordada en letras doradas en los anales de la historia mundial".
En Australia, otro país reinado por Isabel II, el primer ministro Anthony Albanese —abiertamente republicano— alabó la "eterna decencia" de la monarca y aseguró que su fallecimiento marcaba "el final de una era".
Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania, declaró que la muerte de Isabel II era una "pérdida irreparable". El primer ministro japonés, Fumio Kishida, aseguró que la muerte de la monarca era "una gran pérdida" para el mundo.
El rey saudita Salmán bin Abdulaziz al Saud dijo que la reina "era un modelo de liderazgo que quedará inmortalizado en la historia".
El presidente chino, Xi Jinping, envió el viernes sus "sinceras condolencias a la familia real, al gobierno y al pueblo británico" después de la muerte de la reina Isabel II en la víspera.
"En nombre del gobierno y del pueblo chino, así como en su propio nombre, Xi Jinping expresó su profundo pésame", indicó la televisión pública CCTV.
"Su deceso es una inmensa pérdida para el pueblo británico", indicó el jefe de Estado chino.
El comunicado publicado en medios estatales destaca que Isabel II fue la primera monarca británica en visitar China y alaba la longevidad de su reinado.
"Xi Jinping subrayó que otorga gran importancia al desarrollo de las relaciones entre China y Reino Unido" y que "está deseando trabajar con el rey Carlos III (...) para promover relaciones bilaterales sanas y estables", indicó el texto.
(Con información de AFP)
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