La víctima ingresó el pasado miércoles en la clínica cruceña en la que falleció dos días después cuando era sometida a una operación de abdomen.
G.G.A., de 35 años, murió el viernes debido a una septicemia (infección generalizada) después de que una amiga le inyectara orina para aplicarle orinoterapia, una supuesta técnica con propósitos curativos o cosméticos, afirmaron los fiscales al diario
"Cuando le practicaron la incisión, identificaron un cuadro de septicemia. Se complicó la intervención quirúrgica y falleció el viernes", informó al diario paceño el fiscal de distrito de Santa Cruz, Jaime Soliz.
Según Soliz, el ingreso de la orina en la sangre puede provocar la muerte, a causa de la septicemia, de inmediato o máximo en 72 horas.
"Varía, depende del estado físico, la nutrición, el estado inmunológico, la muerte se podría prolongar, hasta 72 horas, si es que no es inmediata", indicó.
La mujer fue ingresada tras haber sido intervenida quirúrgicamente en Chile para reducir el tamaño de su estómago.
"En la clínica, su padre descubrió in fraganti que la amiga de su hija, quien aparentemente es diseñadora de modas, le colocaba orina en el torrente sanguíneo", dijo Soliz.
El fiscal asignado al caso, Óscar Flores, explicó que según las pesquisas preliminares, la mujer habría inyectado orina a su amiga para practicar la orinoterapia porque "seguramente quería que se sintiera mejor de salud, por que ya antes tuvo una complicación".
Por su parte, Soliz, que negó cualquier responsabilidad de los médicos que trataron a la paciente, apuntó que la investigación "está siendo complicada" porque los familiares de la víctima no están colaborando, mientras que la presunta autora de la inyección de orina, que ha sido citada para declarar, está desaparecida.
EFE
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