El mandatario estadounidense indicó que el despliegue de los soldados se completará antes de que concluya la primera mitad de 2010.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó que la guerra en Afganistán "no está perdida", pero los talibanes han ganado terreno en los últimos años y es necesario enviar refuerzos de 30.000 hombres.
En un discurso en la academia militar de West Point, Obama expuso la nueva estrategia para una guerra que "pone en juego la seguridad de Estados Unidos", según explicó.
El movimiento talibán ha cobrado impulso y la red terrorista Al Qaeda mantiene sus refugios a lo largo de la frontera con Pakistán, señaló.
Obama advirtió que "el peligro no hará más que crecer si la región retrocede y Al Qaeda puede operar con impunidad".
El despliegue de los soldados se completará antes de que concluya la primera mitad de 2010, prometió el mandatario, que anunció también que un año después, en junio de 2011, éstos comenzarán a abandonar el país asiático.
Estos refuerzos "nos ayudarán a crear las condiciones para que EE.UU. pueda transferir la responsabilidad a los afganos", el objetivo final en la guerra, destacó.
En este sentido, lanzó una dura advertencia a los dirigentes afganos, a los que indicó que "se han acabado los días en los que recibían un cheque en blanco".
En su discurso para exponer la nueva estrategia para la guerra, Obama afirmó que apoyará a los líderes "que combatan la corrupción y defiendan a la gente", pero al mismo tiempo dijo que esperan "que los que no sean eficientes o sean corruptos tengan que rendir cuentas".
También aseguró que EE.UU. y Pakistán comparten un enemigo común y dijo que Washington reforzará su alianza con ese país, "sobre unos cimientos de intereses mutuos, respeto mutuo y confianza mutua".
En su alocución, Obama indicó que los soldados, que se sumarán a los cerca de 68.000 que EE.UU. ya mantiene en Afganistán, tendrán como misión atajar la insurgencia y proporcionar seguridad a centros de población claves.
Los refuerzos permitirán adiestrar a más fuerzas afganas, de modo que más soldados afganos puedan participar en las tareas de combate, explicó.
El presidente estadounidense pidió también a los aliados internacionales que aumenten sus destacamentos en Afganistán.
"Algunos han aportado ya tropas adicionales y tenemos confianza en que habrá nuevas contribuciones en los próximos días y semanas", indicó Obama.
La guerra, admitió, no será barata. El envío de los soldados adicionales costará cerca de 30.000 millones de dólares en un año.
"Trabajaré estrechamente con el Congreso para hacer frente a estos costes, al tiempo que trabajamos para reducir el déficit", dijo el mandatario, que recordó que cuando asumió la presidencia en enero el costo de las guerras en Irak y Afganistán se acercaba a un billón de dólares.
EFE
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