El Consejo Episcopal Latinoamericano instó a los jerarcas católicos a enamorarse más del sacerdocio y de su compromiso ante Dios.
Los obispos del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) se encuentran "preocupados" y "dolidos" porque sacerdotes, principalmente de América Latina, están violando el celibato, afirmó hoy una fuente eclesiástica.
El portavoz de esa institución, monseñor Héctor Gutiérrez, aclaró que la controversia sobre el celibato y las relaciones sexuales que habría sostenido el actual presidente de Paraguay, Fernando Lugo, cuando aún era sacerdote, son puntos que no se discutirán en la XXXII Asamblea Plenaria del CELAM, que se celebra en Managua.
Sin embargo, admitió que esos temas "están en la mente de todos los obispos" que participan en el encuentro en Nicaragua.
"Sí nos preocupa la situación que ha vivido el mundo, de manera muy especial América Latina con relación al celibato sacerdotal, a nivel de sacerdote y a nivel de obispo; sí nos preocupa, no somos ciegos; sí nos preocupa, nos hace mal" a la iglesia católica, anotó.
Monseñor Gutiérrez mencionó específicamente el caso del padre Alberto Cutié, quien aceptó recientemente que mantiene una relación sentimental con una mujer en Miami, Estados Unidos.
"Nos duele lo que está pasando", aseveró el religioso, quien dijo que desde el CELAM continúan trabajando, luchando e invitando a que las casas de formación de curas "apunten más a una formación integral de sacerdotes".
Observó que el celibato o castidad, como dice que lo entienden los obispos, es un carisma y un regalo que Dios da a quien lo pida y que no pueden violar porque es un compromiso que asumieron ante el Creador.
Aseguró que el tema del celibato sacerdotal se ha tocado "muy fuertemente" a nivel de la Santa Sede, e incluso, añadió, la Iglesia católica "nunca ha tenido miedo de hablar sobre la existencia, la exigencia y las dificultades del celibato".
El portavoz del CELAM dijo que los sacerdotes confían en que "con la fuerza del Espíritu Santo y la oración" son capaces de cumplir "lo que prometimos cuando fuimos muchachos", y que cuando un religioso falla, lo hace como cualquier otro ciudadano.
Instó a los jerarcas católicos a enamorarse más del sacerdocio y de su compromiso ante Dios.
EFE
El portavoz de esa institución, monseñor Héctor Gutiérrez, aclaró que la controversia sobre el celibato y las relaciones sexuales que habría sostenido el actual presidente de Paraguay, Fernando Lugo, cuando aún era sacerdote, son puntos que no se discutirán en la XXXII Asamblea Plenaria del CELAM, que se celebra en Managua.
Sin embargo, admitió que esos temas "están en la mente de todos los obispos" que participan en el encuentro en Nicaragua.
"Sí nos preocupa la situación que ha vivido el mundo, de manera muy especial América Latina con relación al celibato sacerdotal, a nivel de sacerdote y a nivel de obispo; sí nos preocupa, no somos ciegos; sí nos preocupa, nos hace mal" a la iglesia católica, anotó.
Monseñor Gutiérrez mencionó específicamente el caso del padre Alberto Cutié, quien aceptó recientemente que mantiene una relación sentimental con una mujer en Miami, Estados Unidos.
"Nos duele lo que está pasando", aseveró el religioso, quien dijo que desde el CELAM continúan trabajando, luchando e invitando a que las casas de formación de curas "apunten más a una formación integral de sacerdotes".
Observó que el celibato o castidad, como dice que lo entienden los obispos, es un carisma y un regalo que Dios da a quien lo pida y que no pueden violar porque es un compromiso que asumieron ante el Creador.
Aseguró que el tema del celibato sacerdotal se ha tocado "muy fuertemente" a nivel de la Santa Sede, e incluso, añadió, la Iglesia católica "nunca ha tenido miedo de hablar sobre la existencia, la exigencia y las dificultades del celibato".
El portavoz del CELAM dijo que los sacerdotes confían en que "con la fuerza del Espíritu Santo y la oración" son capaces de cumplir "lo que prometimos cuando fuimos muchachos", y que cuando un religioso falla, lo hace como cualquier otro ciudadano.
Instó a los jerarcas católicos a enamorarse más del sacerdocio y de su compromiso ante Dios.
EFE
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