´Tenemos que aprender a ser intransigentes con el pecado, comenzando por los nuestros, e indulgentes con las personas´, dijo el Sumo Pontífice.
El Papa Benedicto XVI pidió a los fieles que sean "intransigentes" con el pecado, pero "indulgentes" con las personas, durante la oración del Angelus que celebra cada domingo asomado a la Plaza de San Pedro desde la ventana de su residencia.
Este fue el consejo que dio el Pontífice al referirse a la parte del Evangelio que habla de la adúltera apedreada por el pueblo y en la que Jesucristo pronunció la frase: "El que esté libre de pecado que lance la primera piedra".
"Tenemos que aprender a ser intransigentes con el pecado, comenzando por los nuestros, e indulgentes con las personas", añadió Joseph Ratzigner, que invitó a los fieles a "aprender de Jesús y no juzgar y condenar al prójimo".
Este mensaje llega el día después de la publicación de la Carta pastoral del Pontífice enviada a los católicos irlandeses ante los casos de pederastia por parte del clero en ese país.
Una misiva en la que Benedicto XVI expresa "vergüenza y remordimiento" por lo ocurrido y muestra su "consternación" por el sufrimiento de las víctimas, al tiempo que acusa a los religiosos culpables de haber "traicionado" la confianza de los jóvenes y sus familias.
En los mensajes en varios idiomas que el Papa dirige tras el rezo del Angelus, pidió a los fieles que invocasen el "perdón con humildad por los errores cometidos" y "fuerza para crecer en la santidad".
-EFE
Este fue el consejo que dio el Pontífice al referirse a la parte del Evangelio que habla de la adúltera apedreada por el pueblo y en la que Jesucristo pronunció la frase: "El que esté libre de pecado que lance la primera piedra".
"Tenemos que aprender a ser intransigentes con el pecado, comenzando por los nuestros, e indulgentes con las personas", añadió Joseph Ratzigner, que invitó a los fieles a "aprender de Jesús y no juzgar y condenar al prójimo".
Este mensaje llega el día después de la publicación de la Carta pastoral del Pontífice enviada a los católicos irlandeses ante los casos de pederastia por parte del clero en ese país.
Una misiva en la que Benedicto XVI expresa "vergüenza y remordimiento" por lo ocurrido y muestra su "consternación" por el sufrimiento de las víctimas, al tiempo que acusa a los religiosos culpables de haber "traicionado" la confianza de los jóvenes y sus familias.
En los mensajes en varios idiomas que el Papa dirige tras el rezo del Angelus, pidió a los fieles que invocasen el "perdón con humildad por los errores cometidos" y "fuerza para crecer en la santidad".
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