Miles de fieles de 24 países del mundo acuden al Santuario de Fátima para conmemorar el 92º aniversario de las apariciones de la virgen.
Miles de peregrinos de más de 24 países se
congregaron hoy en el Santuario de Fátima para conmemorar el 92º
aniversario de las apariciones de la Virgen María, marcado por la
"crisis económica, moral y ética".
Así lo aseguró durante la homilía el arzobispo de Tegucigalpa (Honduras) y presidente de Cáritas Internacional, Oscar Maradiaga, quien alertó sobre la actual "pérdida de orientación moral".
"No se sabe dónde está la frontera entre el bien y el mal, ya no hay valores y la crisis financiera por la que estamos pasando es una señal de esto", criticó Maradiaga, quien añadió que la mano invisible "que tenía que guiar el mercado supuestamente, se ha transformado en una mano deshonesta llena de codicia".
El arzobispo animó a los miles de peregrinos congregados en Fátima a seguir el ejemplo de la Virgen María para superar las dificultades, aunque advirtió que no hay que acudir a ella sólo para "pedir ayuda y consuelo".
En este sentido, el obispo de Leiria-Fátima, Antonio Marto, advirtió ayer, durante el inicio de las celebraciones, que la peregrinación "no es una varita mágica que soluciona todos los problemas", aunque exhortó a los fieles a "dejar un voto" para evitar que la crisis se convierta "en una explosión social violenta".
Bajo el lema "los puros de corazón verán a Dios", miles personas procedentes de 24 países participaron en la peregrinación, que ha estado apoyada por más de 240 voluntarios de la asociación Servitas.
Miles de pañuelos blancos se agitaron al paso de la imagen de la Virgen, momento que clausuró los dos días de peregrinación al Santuario de Fátima.
La devoción por Fátima nació en el paraje luso de Cova da Iria, donde los niños pastores Lucía do Santos, de 10 años, y sus primos Francisco y Jacinta Marto, de 9 y 7 años, revelaron haber visto a la Virgen varias veces entre el 13 de mayo y el 13 de octubre de 1917.
Los niños narraron que María les había confiado varias revelaciones -conocidas como los secretos de Fátima- relacionadas con la devoción mariana, el final de la Primera Guerra Mundial y el inicio de la Segunda, la muerte prematura de los dos primos, la conversión de Rusia y el atentado de 1981 contra Juan Pablo II. EFE
Así lo aseguró durante la homilía el arzobispo de Tegucigalpa (Honduras) y presidente de Cáritas Internacional, Oscar Maradiaga, quien alertó sobre la actual "pérdida de orientación moral".
"No se sabe dónde está la frontera entre el bien y el mal, ya no hay valores y la crisis financiera por la que estamos pasando es una señal de esto", criticó Maradiaga, quien añadió que la mano invisible "que tenía que guiar el mercado supuestamente, se ha transformado en una mano deshonesta llena de codicia".
El arzobispo animó a los miles de peregrinos congregados en Fátima a seguir el ejemplo de la Virgen María para superar las dificultades, aunque advirtió que no hay que acudir a ella sólo para "pedir ayuda y consuelo".
En este sentido, el obispo de Leiria-Fátima, Antonio Marto, advirtió ayer, durante el inicio de las celebraciones, que la peregrinación "no es una varita mágica que soluciona todos los problemas", aunque exhortó a los fieles a "dejar un voto" para evitar que la crisis se convierta "en una explosión social violenta".
Bajo el lema "los puros de corazón verán a Dios", miles personas procedentes de 24 países participaron en la peregrinación, que ha estado apoyada por más de 240 voluntarios de la asociación Servitas.
Miles de pañuelos blancos se agitaron al paso de la imagen de la Virgen, momento que clausuró los dos días de peregrinación al Santuario de Fátima.
La devoción por Fátima nació en el paraje luso de Cova da Iria, donde los niños pastores Lucía do Santos, de 10 años, y sus primos Francisco y Jacinta Marto, de 9 y 7 años, revelaron haber visto a la Virgen varias veces entre el 13 de mayo y el 13 de octubre de 1917.
Los niños narraron que María les había confiado varias revelaciones -conocidas como los secretos de Fátima- relacionadas con la devoción mariana, el final de la Primera Guerra Mundial y el inicio de la Segunda, la muerte prematura de los dos primos, la conversión de Rusia y el atentado de 1981 contra Juan Pablo II. EFE
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