El Gobierno no se opone al acuerdo humanitario siempre y cuando no sea para devolverles delincuentes a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, señaló el mandatario colombiano.
El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, se mostró dispuesto a aceptar un acuerdo humanitario con las FARC por el que se intercambiarían secuestrados por rebeldes presos, con la condición de que "no vuelvan a delinquir".
"El Gobierno ha facilitado liberaciones, ha hecho rescates y no se opone al acuerdo humanitario siempre y cuando el acuerdo humanitario no sea para devolverles delincuentes a las FARC", dijo Uribe desde Arauca, capital del departamento con el mismo nombre, fronterizo con Venezuela, donde presidió un consejo de seguridad.
El presidente señaló que ese canje de rehenes por presos no debe fortalecer la "capacidad criminal" de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
"Un acuerdo humanitario tiene como condición que aquellos integrantes de las FARC que lleguen a salir de la cárcel, no regresen a delinquir", insistió.
Los rebeldes presos que "llegaran a salir de la cárcel deben dar todas las garantías (...) de que no vuelven a delinquir. Quiero llamar atención de mis compatriotas sobre esa necesidad porque el acuerdo humanitario no es para fortalecer el terrorismo, sino para liberar a los colombianos de la pesadilla de las acciones terroristas", aseveró.
Uribe hizo estas declaraciones tras la liberación del soldado Josué Daniel Calvo, quien fue entregado por las FARC a una misión humanitaria del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) gracias a la mediación de la senadora opositora Piedad Córdoba.
Córdoba señaló que esta liberación y la del sargento Pablo Emilio Moncayo, prevista para el martes, "serán las últimas" de forma unilateral por los rebeldes, ya que a partir de ahora los 22 uniformados que siguen cautivos sólo encontrarán la libertad a través de un intercambio humanitario.
Uribe también afirmó que "ójala" se diera un acuerdo de paz con este grupo rebelde, el más importante que opera en Colombia y el más antiguo de América.
"Pero los acuerdos de paz tienen que empezar en la buena fe", remarcó el presidente, que recordó que precisamente en Arauca, donde hoy se encuentra, "hace pocos días se desactivó un camión terrorista de las FARC", en alusión al hallazgo de un vehículo de carga lleno de explosivos el mismo día de las elecciones legislativas, el 14 de marzo.
Por eso, Uribe insistió en que no se puede pensar en acuerdos de paz "mientras no haya un cese de actividades criminales".
"Avanzar en acuerdos paz en medio de carro bombas es inclinarse ante el terrorismo sin conseguir la paz. Por eso invito a todos mis compatriotas a reflexionar sobre la necesidad de que lo primero que se necesita para un acuerdo de paz es buena fe", insistió.
EFE
Comparte esta noticia