Aunque no se ha demostrado la producción de esta droga en la región, hay que evitar la instalación de laboratorios y el uso de precursores químicos, dicen los expertos.
Representantes de los organismos de lucha antidrogas de los países de la Comunidad Andina (CAN), tradicionales productores de la hoja de coca, alertaron hoy que la producción de las drogas sintéticas también puede instalarse en la región.
Tras clausurar una reunión de los coordinadores nacionales del proyecto Drogas Sintéticas de la CAN (Drosican) en Lima, la directora del programa, Tatiana Dalence, afirmó a Efe que esta producción es "menos visible" que la de drogas naturales.
Frente a las grandes extensiones de tierra que utilizan los productores de coca en Colombia o Perú, principales exportadores de cocaína, hay que "hilar muy fino" para detectar los laboratorios de drogas sintéticas, a veces descubiertos por evidencias de un alto consumo de agua, luz o desplazamientos nocturnos, señaló.
Ante esta situación, destacó Dalence, los países andinos deben incluir la lucha contra las drogas sintéticas en los programas actuales que se centran, sobre todo, en combatir la producción de drogas de origen natural.
Según la experta, el proyecto Drosican (iniciado en 2008 y financiado por la Unión Europea -UE- y la CAN) ha permitido evidenciar el consumo de drogas sintéticas entre los universitarios de Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia, así como establecer mecanismos para que los países trabajen de manera conjunta en este ámbito.
Un estudio sobre consumo de drogas sintéticas entre los universitarios de la CAN, publicado en 2009, señaló que el 23,4% de los colombianos dijeron conocer a alguien que en su universidad tomó este tipo de sustancias, algo que también afirmaron el 13,3% de los bolivianos, el 12% de los peruanos y el 10,3% de los ecuatorianos.
A partir de la segunda mitad de 2010 y durante tres años, se pondrá en marcha otro proyecto titulado "Proyecto Antidrogas Ilícitas en la Comunidad Andina" (Pradican), financiado con 3,25 millones de euros de la UE y 750.000 euros de los andinos.
Estos fondos se destinarán para perfeccionar los observatorios nacionales, apoyar los laboratorios de análisis de drogas, reforzar las aduanas y mejorar el diálogo entre gobiernos y comunidades involucradas en los cultivos alternativos a la hoja de coca.
El representante de la Dirección Nacional de Estupefacientes de Colombia Hernando Bernal explicó en una rueda de prensa que "no está demostrado" que los andinos sean productores de drogas sintéticas pero, dado que el riesgo existe, hay que evitar que en la región se instalen laboratorios y se utilicen precursores químicos.
Estos laboratorios se pueden asentar "en cualquier lugar del mundo y en tiempo real", y difieren de los terrenos que se emplean para insumos de drogas naturales, como la hoja de coca o la marihuana, que están "lejos del mercado consumidor", añadió.
Bernal remarcó que drogas sintéticas como el éxtasis están compuestas en su mayoría por sustancias químicas industriales, entre las que figuran colorantes para plásticos, medicinas genéricas, psicotrópicas o de uso veterinario, por lo que debe extremarse la vigilancia policial.
El responsable de Asuntos Políticos de la CAN, Adolfo López, consideró, por su parte, que las drogas sintéticas son "un tsunami que se viene encima" y abogó por intensificar el control de precursores notificando los productos que viajan entre la Unión Europea y América Latina.
EFE
Tras clausurar una reunión de los coordinadores nacionales del proyecto Drogas Sintéticas de la CAN (Drosican) en Lima, la directora del programa, Tatiana Dalence, afirmó a Efe que esta producción es "menos visible" que la de drogas naturales.
Frente a las grandes extensiones de tierra que utilizan los productores de coca en Colombia o Perú, principales exportadores de cocaína, hay que "hilar muy fino" para detectar los laboratorios de drogas sintéticas, a veces descubiertos por evidencias de un alto consumo de agua, luz o desplazamientos nocturnos, señaló.
Ante esta situación, destacó Dalence, los países andinos deben incluir la lucha contra las drogas sintéticas en los programas actuales que se centran, sobre todo, en combatir la producción de drogas de origen natural.
Según la experta, el proyecto Drosican (iniciado en 2008 y financiado por la Unión Europea -UE- y la CAN) ha permitido evidenciar el consumo de drogas sintéticas entre los universitarios de Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia, así como establecer mecanismos para que los países trabajen de manera conjunta en este ámbito.
Un estudio sobre consumo de drogas sintéticas entre los universitarios de la CAN, publicado en 2009, señaló que el 23,4% de los colombianos dijeron conocer a alguien que en su universidad tomó este tipo de sustancias, algo que también afirmaron el 13,3% de los bolivianos, el 12% de los peruanos y el 10,3% de los ecuatorianos.
A partir de la segunda mitad de 2010 y durante tres años, se pondrá en marcha otro proyecto titulado "Proyecto Antidrogas Ilícitas en la Comunidad Andina" (Pradican), financiado con 3,25 millones de euros de la UE y 750.000 euros de los andinos.
Estos fondos se destinarán para perfeccionar los observatorios nacionales, apoyar los laboratorios de análisis de drogas, reforzar las aduanas y mejorar el diálogo entre gobiernos y comunidades involucradas en los cultivos alternativos a la hoja de coca.
El representante de la Dirección Nacional de Estupefacientes de Colombia Hernando Bernal explicó en una rueda de prensa que "no está demostrado" que los andinos sean productores de drogas sintéticas pero, dado que el riesgo existe, hay que evitar que en la región se instalen laboratorios y se utilicen precursores químicos.
Estos laboratorios se pueden asentar "en cualquier lugar del mundo y en tiempo real", y difieren de los terrenos que se emplean para insumos de drogas naturales, como la hoja de coca o la marihuana, que están "lejos del mercado consumidor", añadió.
Bernal remarcó que drogas sintéticas como el éxtasis están compuestas en su mayoría por sustancias químicas industriales, entre las que figuran colorantes para plásticos, medicinas genéricas, psicotrópicas o de uso veterinario, por lo que debe extremarse la vigilancia policial.
El responsable de Asuntos Políticos de la CAN, Adolfo López, consideró, por su parte, que las drogas sintéticas son "un tsunami que se viene encima" y abogó por intensificar el control de precursores notificando los productos que viajan entre la Unión Europea y América Latina.
EFE
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