Los cancilleres de ambas potencias conversaron y coincidieron en culpar al Kremlin del ataque en contra de Serguéi Skripal, un caso que ha provocado una enorme investigación en suelo británico.
El secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, dijo este martes tener "plena confianza" en la conclusión a la que ha llegado el Reino Unido de que existe una "alta probabilidad" de que Rusia esté detrás del ataque al doble espía Serguéi Skripal.
"Tenemos plena confianza en la investigación del Reino Unido y en su conclusión de que Rusia es probablemente responsable del ataque con un agente nervioso que tuvo lugar la semana pasada en Salisbury" (sur de Inglaterra), dijo en un comunicado Tillerson. "De Ucrania a Siria -y ahora en el Reino Unido-, Rusia sigue siendo una fuerza irresponsable de inestabilidad en el mundo, actuando con un desprecio general a la soberanía de otros Estados y la vida de sus ciudadanos", añadió.
Culpan a Rusia
Tillerson conversó más temprano por teléfono con su homólogo británico, Boris Johnson, con quien concluyó que "los responsables del crimen -los que lo cometieron y los que lo ordenaron- deben enfrentar serias consecuencias". "No hay nunca justificación alguna para este tipo de ataque, el intento de asesinato de un ciudadano en territorio de una nación soberana. Y nos indigna que Rusia parece haberse involucrado de nuevo en ese tipo de comportamiento".
El pronunciamiento del secretario estadounidense llega después de que la Casa Blanca condenara el ataque pero evitara responsabilizar a Rusia como sí lo ha hecho Tillerson. La primera ministra británica, Theresa May, aseguró ese mismo día que su Gobierno considera "altamente probable" que Rusia esté detrás del envenenamiento de Skripal, y advirtió que lo interpretará como un ataque "directo" contra el Reino Unido si confirma sus sospechas.
Exigen explicaciones
En el Parlamento, May advirtió que Moscú debe ofrecer una explicación alternativa "creíble" o dará por hecho que el suceso responde a un "uso ilegal de la fuerza por parte del Estado ruso contra el Reino Unido". Las agencias de seguridad británica creen que Skripal, de 66 años, y su hija, Yulia, de 33, ambos en estado crítico, fueron expuestos a un agente nervioso de naturaleza militar antes de caer inconscientes el pasado 4 de marzo.
Expertos del Ejército británico determinaron que la sustancia, de la que se han encontrado trazas en un restaurante y un pub de Salisbury, es del tipo "Novichok", fabricada por Rusia en el pasado y que podría tener capacidad de seguir produciendo. Con base en eso, así como al histórico de "asesinatos patrocinados" por Moscú y "la visión de Rusia sobre algunos desertores como blancos legítimos de asesinatos", Londres ha concluido que "es altamente probable" que el Kremlin esté detrás del ataque, aseguró May. EFE
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