De la investigación se desprende que la menor Paulette Gebara, de cuatro años, murió por asfixia al caer en un espacio entre el colchón y los pies de su cama.
La justicia mexicana confirmó que el fallecimiento de la niña Paulette Gebara Farah, encontrada muerta a los pies de su cama en marzo pasado tras nueve días de haber desaparecido, fue resultado de un accidente.
El procurador del Estado de México, Alberto Bazbaz, compareció hoy ante los medios para ofrecer el resultado de la investigación, de la que se desprende que la menor, de cuatro años, murió de asfixia al caer en un espacio entre el colchón y los pies de su cama.
La conclusión marca el fin de un caso que causó gran polémica en México, debido a que en un principio las autoridades consideraron la muerte de la menor, quien tenía discapacidad motriz, como un homicidio y los investigadores concentraron sus sospechas en la madre Lisett Farah.
La madre fue exhibida en varios medios de comunicación como la probable responsable de la muerte de su hija, y las sospechas sobre su presunta culpabilidad aceleraron la ruptura entre Lisett Farah y su esposo Mauricio Gebara, quien en todo momento pensó que su hija había sido asesinada.
Bazbaz, quien ha sido duramente criticado por su papel en la investigación al frente de la fiscalía del Estado de México, indicó hoy que la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía federal) concluyó que "la posición en la que fue encontrada la menor corresponde a la posición en la que falleció", lo que implica que el cadáver no fue movido en ningún momento.
Además, el cuerpo de la niña "no fue manipulado después de su muerte", y el deceso ocurrió entre la noche del 21 de marzo, fecha en que la menor llegó de pasar unos días de descanso en la población de Valle de Bravo, y las primeras horas de la madrugada del 22 de marzo, dijo.
"No existen lesiones u otros indicios relacionados con la muerte, ni que indiquen maniobras de defensa por resistencia previos al fallecimiento", ni evidencias de que la "oclusión de orificios nasales fuera producida por otra persona", apuntó.
El expediente del caso cuenta con 83 declaraciones, 85 dictámenes institucionales y tres externos, tres informes, 20 inspecciones y 14 reconstrucciones de hechos, explicó el funcionario.
Los informes integran estudios de criminalística de campo, medicina y antropología forense, dactiloscopía, fotografía, necropsia, patología, informática, genética y química forense.
Los investigadores tampoco encontraron rastros de fármacos o de sustancias tóxicas en el cuerpo, que pudieran haber afectado el estado de conciencia de Paulette.
Una de las sábanas de la cama tenía rastros de orina junto a la pelvis de la menor, lo que implica que estuvo con vida y que murió en la posición, ya que fueron producto de la "relajación de esfínteres posterior a la muerte".
La conclusión final es que la menor "por sus propios medios" se desplazo sobre la cama y cayó accidentalmente de cabeza entre un espacio que había a los pies de ésta, donde murió asfixiada y permaneció nueve días sin que lo notaran las numerosas personas que revisaron la estancia.
Bazbaz señaló que se determinó "concluir la investigación sin ejercer acción penal en contra de alguna persona".
El procurador del Estado de México reconoció que la investigación inicial "tuvo deficiencias" y que la comunicación sobre el caso "se dio de manera apresurada, lo que lamentablemente contribuyó al clima de especulaciones", por lo que dijo que asumirá la responsabilidad personal e institucional que le corresponda.
Finalmente, agradeció la colaboración de las fiscalías locales de varios estados, entre ellas la de la capital mexicana y de Nuevo León, el estadounidense FBI y el Departamento de Justicia de EE.UU., instituciones académicas como la Universidad Autónoma del Estado de México, la facultad de medicina de la Universidad de Granada (España), y "varios expertos externos". EFE
El procurador del Estado de México, Alberto Bazbaz, compareció hoy ante los medios para ofrecer el resultado de la investigación, de la que se desprende que la menor, de cuatro años, murió de asfixia al caer en un espacio entre el colchón y los pies de su cama.
La conclusión marca el fin de un caso que causó gran polémica en México, debido a que en un principio las autoridades consideraron la muerte de la menor, quien tenía discapacidad motriz, como un homicidio y los investigadores concentraron sus sospechas en la madre Lisett Farah.
La madre fue exhibida en varios medios de comunicación como la probable responsable de la muerte de su hija, y las sospechas sobre su presunta culpabilidad aceleraron la ruptura entre Lisett Farah y su esposo Mauricio Gebara, quien en todo momento pensó que su hija había sido asesinada.
Bazbaz, quien ha sido duramente criticado por su papel en la investigación al frente de la fiscalía del Estado de México, indicó hoy que la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía federal) concluyó que "la posición en la que fue encontrada la menor corresponde a la posición en la que falleció", lo que implica que el cadáver no fue movido en ningún momento.
Además, el cuerpo de la niña "no fue manipulado después de su muerte", y el deceso ocurrió entre la noche del 21 de marzo, fecha en que la menor llegó de pasar unos días de descanso en la población de Valle de Bravo, y las primeras horas de la madrugada del 22 de marzo, dijo.
"No existen lesiones u otros indicios relacionados con la muerte, ni que indiquen maniobras de defensa por resistencia previos al fallecimiento", ni evidencias de que la "oclusión de orificios nasales fuera producida por otra persona", apuntó.
El expediente del caso cuenta con 83 declaraciones, 85 dictámenes institucionales y tres externos, tres informes, 20 inspecciones y 14 reconstrucciones de hechos, explicó el funcionario.
Los informes integran estudios de criminalística de campo, medicina y antropología forense, dactiloscopía, fotografía, necropsia, patología, informática, genética y química forense.
Los investigadores tampoco encontraron rastros de fármacos o de sustancias tóxicas en el cuerpo, que pudieran haber afectado el estado de conciencia de Paulette.
Una de las sábanas de la cama tenía rastros de orina junto a la pelvis de la menor, lo que implica que estuvo con vida y que murió en la posición, ya que fueron producto de la "relajación de esfínteres posterior a la muerte".
La conclusión final es que la menor "por sus propios medios" se desplazo sobre la cama y cayó accidentalmente de cabeza entre un espacio que había a los pies de ésta, donde murió asfixiada y permaneció nueve días sin que lo notaran las numerosas personas que revisaron la estancia.
Bazbaz señaló que se determinó "concluir la investigación sin ejercer acción penal en contra de alguna persona".
El procurador del Estado de México reconoció que la investigación inicial "tuvo deficiencias" y que la comunicación sobre el caso "se dio de manera apresurada, lo que lamentablemente contribuyó al clima de especulaciones", por lo que dijo que asumirá la responsabilidad personal e institucional que le corresponda.
Finalmente, agradeció la colaboración de las fiscalías locales de varios estados, entre ellas la de la capital mexicana y de Nuevo León, el estadounidense FBI y el Departamento de Justicia de EE.UU., instituciones académicas como la Universidad Autónoma del Estado de México, la facultad de medicina de la Universidad de Granada (España), y "varios expertos externos". EFE
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