Este armamento tiene la capacidad de burlar cualquier tipo de escudo antimisiles, informaron las Fuerzas Estratégicas de Rusia (FER).
Rusia efectuó hoy con éxito los lanzamientos de prueba de tres misiles balísticos intercontinentales (el RS-12M Tópol, el RSM-50 Volná y el RSM-54 Sineva, con capacidad de burlar cualquier tipo de escudo antimisiles.
El Tópol fue lanzado desde un emplazamiento terrestre en el cosmódromo de Plesetsk, en el norte de la parte europea de Rusia, según informaron las Fuerzas Estratégicas de Rusia (FER).
El misil lanzado, que alcanzó su objetivo en el polígono militar de Kura en la península de Kamchatka, fue construido en tiempos de la Unión Soviética (1987) y había sido retirado del servicio hace tres años, informan las agencias rusas. El ensayo, que se efectuó para confirmar que aún mantiene estables las características técnicas de vuelo, permitirá prolongar por otro año la vida útil de ese misil.
Con el fin de mantener la paridad nuclear con Estados Unidos, las FER han emprendido un ambicioso programa para prolongar el mayor tiempo posible la vida útil de sus misiles balísticos.
A su vez, un misil Volná (SS-N-18 Stingray, según la OTAN) fue lanzado desde las aguas del mar de Ojotsk (Extremo Oriente ruso) e impactó a más de 8.000 kilómetros de distancia en un blanco situado en el polígono de Chizhá, en la península de Kanin, en el mar Blanco. El lanzamiento se efectuó desde el submarino nuclear ruso Sviatoy Gueorgui Pobedonosets (San Jorge el Victorioso), que estaba en posición de inmersión.
Estos misiles, que entraron en servicio en 1979, constituyen hoy el arma principal de los submarinos rusos del tipo 667 BDR Kalmar y pueden transportar hasta seis ojivas nucleares.
Mientras, un RSM-54 Sineva fue lanzado desde el submarino atómico Briansk, desde posición sumergida en el mar de Bárents, en el Océano Glacial Ártico. Este misil RSM-54, que tiene 14,8 metros de largo, 1,9 metros de diámetro y puede transportar hasta diez ojivas nucleares, también alcanzó con éxito el blanco previsto en el polígono de Kura.
-EFE-
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