Mikhail Galine contó en su cuenta de Facebook cómo su gato Víctor había sido calificado como demasiado gordo por la aerolínea rusa para ser aceptado en cabina. Gallne ideo un plan y al final logró viajar con su mascota en clase ejecutiva.
La aerolínea rusa Aeroflot retiró el martes todos sus puntos de fidelidad a un pasajero que intercambió, en el momento de la facturación, a su gato, demasiado pesado, por uno más liviano, para poder llevarlo en cabina.
Mikhail Galine contó la semana pasada en Facebook cómo su gato Víctor había sido calificado como demasiado pesado en Moscú para ser aceptado en cabina para el segundo tramo de un vuelo desde Letonia a Vladivostok (Lejano Oriente).
"El animal pesaba más de 10 kg, un peso no autorizado en cabina", donde el límite en la compañía rusa es de 8 kg para el tramo de vuelo interno, explicó el joven. Al no poder decidirse a poner a su gato en bodega, Galine prefirió perder su vuelo y se quedó en Moscú. Allí tomó "la decisión estratégica de encontrar un gato similar pero más liviano".
Al día siguiente, volvió al aeropuerto con "su gato, el doble del gato y sus propietarios". Galine logró registrarse en clase ejecutiva después del "éxito de la operación de sustitución de Víctor, el gato gordo, por Phoebe el gatito miniatura".
En Facebook, el joven publicó una foto de su gato cómodamente instalado en el avión con una copa de champán a su lado.
Pero Aeroflot no apreció la estratagema del joven y dijo a la AFP que había abierto una investigación. Una imagen de video de vigilancia demostró que Víctor había sido intercambiado "por un animal similar de 7 kg", precisó la empresa rusa.
En consecuencia, "Aeroflot tomó la decisión de retirar a este pasajero de su programa de fidelidad y cancellar todas sus millas acumuladas".
Según las redes sociales, Galine es un viajero muy frecuente y los medios de comunicación rusos afirman que poseía 400.000 millas, el equivalente a varios miles de euros de vuelos.
(Con información de AFP)
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