Mirtha Maidana reafirmó que Lugo es presuntamente el padre biológico de Fátima Rojas, de 22 años, a cuya boda el jefe de Estado asistió el 21 de noviembre pasado.
Mirtha Maidana, sobrina del presidente de Paraguay, Fernando Lugo, afirmó que hará "impactantes" denuncias que involucrarían a dicho mandatario en nuevos casos de paternidad no declarada.
Así lo afirmó luego de ser retenida por los guardias de seguridad de Lugo, pese a que éste la cito en la residencia presidencial.
"No sé para que me convoca si no me va a recibir. Ahora sí que no voy a callar ciertas cosas, voy a denunciar cosas más impactantes", amenazó Mirtha al asegurar, visiblemente molesta, que Lugo la hizo llamar a través de su madre para una reunión de conciliación.
"Me ratifico en todas mis afirmaciones", señaló la mujer, que finalmente fue recogida por un miembro de la seguridad y conducida al interior de la residencia, ya fuera del alcance de los periodistas, que tampoco pudieron verla a la salida.
Pero antes de la accidentada audiencia, la mujer reafirmó que su tío presidente es presuntamente el padre biológico de Fátima Rojas, de 22 años, a cuya boda el jefe de Estado asistió el 21 de noviembre pasado. La joven fue presentada entonces en los medios como sobrina del gobernante.
El escándalo estalló dos días después, cuando Mirtha, distanciada del mandatario desde agosto pasado, aseguró a medios locales que la presunta paternidad de Lugo con la joven "es un secreto a voces" en su entorno familiar.
La polémica sobrina también avaló la historia de Hortensia Morán, de 40 años, la tercera mujer que promovió una demanda de filiación contra Lugo, quien aseguró que su hijo, Juan Pablo, de casi dos años, también es del jefe de Estado.
Lugo, de 58 años, afronta otras dos demandas de paternidad tras reconocer en abril pasado como hijo suyo a Guillermo Armindo, de dos años, nacido cinco meses después de renunciar a su estado clerical para dedicarse a la política, fruto de una relación con Viviana Carrillo, de 26.
La confesión pública se produjo después de una profusa difusión mediática del asunto, tras la denuncia promovida por dos abogados que invocaron a Viviana.
Posteriormente, otra mujer, Benigna Leguizamón, de 27 años, lo demandó, al afirmar que uno de sus hijos, Lucas Fernando, de seis años, nació cuando trabajaba como limpiadora en la diócesis de San Pedro, la región más pobre del país, donde Lugo fue obispo de 1994 a 2006.
En los casos de Morán y Leguizamón, el abogado de Lugo, Marcos Fariña, ha interpuesto una serie de recursos que han impedido la realización de la prueba genética, como exigen los demandantes. EFE
Así lo afirmó luego de ser retenida por los guardias de seguridad de Lugo, pese a que éste la cito en la residencia presidencial.
"No sé para que me convoca si no me va a recibir. Ahora sí que no voy a callar ciertas cosas, voy a denunciar cosas más impactantes", amenazó Mirtha al asegurar, visiblemente molesta, que Lugo la hizo llamar a través de su madre para una reunión de conciliación.
"Me ratifico en todas mis afirmaciones", señaló la mujer, que finalmente fue recogida por un miembro de la seguridad y conducida al interior de la residencia, ya fuera del alcance de los periodistas, que tampoco pudieron verla a la salida.
Pero antes de la accidentada audiencia, la mujer reafirmó que su tío presidente es presuntamente el padre biológico de Fátima Rojas, de 22 años, a cuya boda el jefe de Estado asistió el 21 de noviembre pasado. La joven fue presentada entonces en los medios como sobrina del gobernante.
El escándalo estalló dos días después, cuando Mirtha, distanciada del mandatario desde agosto pasado, aseguró a medios locales que la presunta paternidad de Lugo con la joven "es un secreto a voces" en su entorno familiar.
La polémica sobrina también avaló la historia de Hortensia Morán, de 40 años, la tercera mujer que promovió una demanda de filiación contra Lugo, quien aseguró que su hijo, Juan Pablo, de casi dos años, también es del jefe de Estado.
Lugo, de 58 años, afronta otras dos demandas de paternidad tras reconocer en abril pasado como hijo suyo a Guillermo Armindo, de dos años, nacido cinco meses después de renunciar a su estado clerical para dedicarse a la política, fruto de una relación con Viviana Carrillo, de 26.
La confesión pública se produjo después de una profusa difusión mediática del asunto, tras la denuncia promovida por dos abogados que invocaron a Viviana.
Posteriormente, otra mujer, Benigna Leguizamón, de 27 años, lo demandó, al afirmar que uno de sus hijos, Lucas Fernando, de seis años, nació cuando trabajaba como limpiadora en la diócesis de San Pedro, la región más pobre del país, donde Lugo fue obispo de 1994 a 2006.
En los casos de Morán y Leguizamón, el abogado de Lugo, Marcos Fariña, ha interpuesto una serie de recursos que han impedido la realización de la prueba genética, como exigen los demandantes. EFE
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