En los ejercicios militares, también participaron cazas de combate surcoreanos y estadounidenses. Este despliegue tiene el objetivo de desalentar el desarrollo de armas de destrucción masiva por parte de Corea del Norte.
Dos bombarderos estratégicos estadounidenses B-52 realizaron este miércoles maniobras conjuntas con las Fuerzas Aéreas surcoreanas en el mar Amarillo en lo que supone el duodécimo despliegue de este tipo por parte de los aliados este año.
En estas maniobras en el mar Amarillo (llamado mar del Oeste en las dos Coreas) participaron también cazas de combate F-35A y F-15 surcoreanos y F-35B y F-16 estadounidenses.
Este despliegue está "en línea con el compromiso de 'incrementar regularmente la visibilidad de los activos estratégicos estadounidenses' y de mostrar la 'actualización de la disuasión extendida'", explicó en un comunicado el Ministerio de Defensa Nacional surcoreano.
La llamada disuasión extendida o ampliada es el compromiso de Washington con Seúl que implica, entre otras cosas, el despliegue de activos estratégicos estadounidenses en la península coreana con el objetivo de desalentar el desarrollo de armas de destrucción masiva por parte de Pyongyang.
En el último año, los dos aliados han apostado por incrementar el ritmo con el que se despliegan estos activos, que incluyen, además de bombarderos estratégicos, submarinos con capacidad para lanzar misiles balísticos (SSB) o portaaviones y sus grupos de ataque.
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Maniobras militares
Con el de hoy son ya siete las maniobras combinadas en las que los B-52 han participado este año en la península coreana y 12 si se suman las que involucraron a bombarderos estratégicos estadounidenses B-1, que carecen de capacidad nuclear.
El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, insistió esta semana en Seúl en que Washington mantendrá el actual ritmo de despliegue y adelantó que otro portaaviones estadounidense llegará pronto a la península.
Según fuentes consultadas por la agencia Yonhap, el portaaviones USS Carl Vinson llegará a principios de la semana próxima al puerto de Busan (350 kilómetros al sureste de Seúl). (EFE)
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