De acuerdo con la Intendencia de la Región Metropolitana, más de 1 millón de personas se congregaron en la Plaza Italia de Santiago de Chile para protestar contra la desigualdad. Medios locales la consideraron como la manifestación más grande en las calles chilenas desde que cayó en Augusto Pinochet en 1990.
Más de un millón de personas se concentran la tarde de este viernes en todas las avenidas hacia una céntrica plaza de Santiago, exigiendo reformas de un sistema económico que consideran desigual y coreando lemas contra el gobierno por afrontar con militares el peor estallido social en Chile en tres décadas.
La protesta estudiantil iniciada hace una semana contra el aumento del metro derivó en una crisis social en Chile, con los manifestantes en las calles exigiendo un pedazo más grande de la prosperidad que hizo de este país uno de los más estables de América Latina.
"Chile hoy vive una jornada histórica. La RM (región metropolitana) es protagonista de una pacífica marcha de cerca de 1 millón de personas que representan el sueño de un Chile nuevo, de forma transversal sin distinción", dijo la intendenta de la capital Karla Rubilar en Twitter, considerada una 'outsider' en el grupo político del presidente de derecha del Sebastián Piñera.
A través de redes sociales, los asistentes aprovecharon para compartir grabaciones en las que se observaba a la muchedumbre congregada y pidiendo la salida del presidente Sebastián Piñera por la represión y presuntas violaciones de derechos humanos cometidas por las fuerzas del orden contra los manifestantes en días anteriores.
Este estallido sin precedentes en Chile, el más grave en casi 30 años desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), representa un claro desafío para su reconocido modelo económico de mercado abierto.
En una semana han muerto 19 personas en violentos disturbios que dañaron seriamente la red del metro de la capital que moviliza unos 3 millones de personas a diario, y a los que siguieron enfrentamientos, saqueos e incendios en Santiago y otras ciudades.
Ante la multiplicación de denuncias sobre la acción de los militares, que están desplegados en las calles desde el sábado, la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la expresidenta chilena Michelle Bachelet, anunció el envío de "una misión de verificación para examinar" la situación.
Al respecto, Amnistía Internacional dijo que "el mundo tiene los ojos en Chile" y anunció el envío de su "equipo regional de crisis para documentar", junto con sus trabajadores en el país, "las graves violaciones a los derechos humanos y, posibles crímenes de derecho internacional que se están cometiendo por agentes del Estado", dijo Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional. AFP
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