Sobre el asesinato del cantautor Víctor Jara, Augusto Pinochet Molina, dijo creer que fue un hecho aislado y no "algo deliberado por parte del gobierno".
Durante el régimen militar en Chile se violaron los derechos humanos y se cometieron crímenes, reconoció en declaraciones a Efe Augusto Pinochet Molina, nieto del dictador Augusto Pinochet, que actualmente impulsa un partido político de derechas.
"Hubo graves violaciones de los derechos humanos durante el gobierno militar (1973-1990) que en algunos casos fueron realmente situaciones criminales, como el asesinato del (sindicalista) Tucapel Jiménez (1982)", admitió.
Estas declaraciones tienen lugar cuando se cumplen nueve años de la muerte de Augusto Pinochet, quien en el momento de su fallecimiento estaba procesado como presunto autor de secuestros (desapariciones), homicidios y torturas, además de un caso de fraude al fisco y uso de pasaportes falsos.
Pinochet Molina, quien trabaja para formar un partido político llamado Orden Republicano por mi Patria, puntualizó que hay "otras situaciones" que él no considera violaciones a los derechos humanos, sino lucha contra la insurgencia.
Sin embargo, el nieto de Pinochet dice que lo sucedido entre 1973 y 1975 no fueron violaciones a los derechos humanos. "Simplemente fue guerra sucia contra la insurgencia", cuya existencia suponía, a su juicio, "mucha peligrosidad" para el sistema democrático, argumentó.
El asesinato de Víctor Jara
Pinochet Molina también se refirió al asesinato el 16 de septiembre de 1973 del cantautor chileno Víctor Jara, quien murió a manos de los militares que le mantenían preso en el Estadio Chile, un crimen que -según él-, "no se entiende muy bien".
"Yo creo que fue una venganza o que alguien se puso muy apasionado. La verdad es que nunca me ha quedado claro que sucedió ahí", dijo el nieto de Pinochet, quien en diciembre de 2006 fue dado de baja del Ejército y en mayo de este año fue detenido y puesto a disposición de un juez de Antofagasta por consumir cocaína en la vía pública.
En su opinión, el asesinato del cantautor fue producto de las tensiones del momento. "No fue algo deliberado por parte del gobierno (militar)", afirmó.
Al recordársele que Jara recibió 44 disparos efectuados con un arma de guerra y que los militares le trituraron las manos con las culatas de los rifles, respondió: "yo eso se lo adjudico a la situación de las persona que estaba ahí con él. Algo pasó que desencadenó eso".
Durante la dictadura chilena cerca de 3.200 personas murieron a manos de militares y agentes del Estado, de las que 1.192 figuran aún como detenidos desaparecidos. Además, otras 33.000 fueron torturadas y encarceladas por causas políticas, según cifras oficiales. EFE
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