La nieve sorprendió a transeúntes en la capital chilena, quienes tomaron fotografías con sus teléfonos móviles. Hasta el presidente Sebastián Piñera jugó con copos de nieve en los alrededores de La Moneda.
La primera nevada del año en Santiago de Chile dejó este lunes calles y carreteras cubiertas de blanco tras una hora de precipitaciones, aunque no causaron grandes inconvenientes de tráfico, informó la Unidad Operativa de Control de Tránsito.
La nieve, acompañada de granizo, cayó una semana después del anuncio de la llegada de un frente de mal tiempo que azotó a gran parte de Chile y que dejó a más de 7.000 personas aisladas en el sur del país.
La nieve sorprendió a los viandantes en las calles de la capital chilena, quienes se apresuraron a tomar fotografías con sus teléfonos móviles de la estampa invernal.
Se cumple así la predicción realizada por las autoridades del país que, de forma preventiva, dispusieron este lunes la suspensión de las clases en más de una treintena de comunas, ante la posible llegada de una gran nevada.
La nieve no ha provocado incidentes, más allá de algunas restricciones en el tráfico, según indicó el organismo encargado de velar por la seguridad del tráfico en la ciudad.
Incluso el presidente de Chile, Sebastián Piñera, aprovechó la ocasión para dar un paseo por los alrededores del Palacio de La Moneda e incluso se atrevió a lanzarle varias bolas de nieve a dos de los carabineros que custodiaban la entrada al edificio.
Esta imagen dista mucho de la registrada en julio de 2017 en Santiago cuando una gran nevada, la más intensa que se recuerda en las últimas décadas, acabó con la vida de una persona y con dos heridos, además de importantes daños en el tendido eléctrico por la caída de una gran cantidad de árboles.
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