El Gobierno chino expresó su rechazo a la Ley de Resolución de la Disputa Tibet-China, promulgada ayer por el presidente Joe Biden, resaltando que "socava seriamente" sus intereses y atenta contra su soberanía.
China expresó este sábado su firme rechazo a la Ley de Resolución de la Disputa Tibet-China, firmada recientemente por el presidente estadounidense Joe Biden, y advirtió de posibles represalias.
La legislación estadounidense -promulgada ayer, viernes, por Biden- busca presionar a Pekín para reanudar las negociaciones con los líderes tibetanos, y fue calificada por el gigante asiático como una grave interferencia en sus asuntos internos.
"China tomará medidas contundentes para defender su soberanía"
El Comité de Asuntos Exteriores de la Asamblea Nacional Popular de China condenó enérgicamente la ley, reafirmando la posición firme de China de que el Tíbet es una región inalienable bajo su soberanía.
Por su parte, el Ministerio de Exteriores del gigante asiático declaró que la ley estadounidense "socava seriamente los intereses de China y envía una señal errónea a las fuerzas separatistas del Tíbet".
"EE.UU. no debe implementar la ley", subrayó la Cancillería china, que agregó que si el país norteamericano "continúa por el camino equivocado, China tomará medidas contundentes para defender firmemente su soberanía, seguridad e intereses de desarrollo."
Vale resaltar que Washington ha expresado su apoyo a los derechos del pueblo tibetano a practicar su religión y cultura, acusando a Pekín de violaciones de derechos humanos en la región, y aunque Estados Unidos reconoce al Tíbet como parte de China, la nueva ley pone en duda esta postura al condicionarla a la reanudación del diálogo entre el gigante asiático y los representantes tibetanos.
Por ello, China ha advertido hoy que tomará medidas firmes para defender su soberanía e intereses si Estados Unidos implementa la ley.
Anteriormente, el presidente Biden dijo en una declaración que la ley "no cambia la política bipartidista de vieja data de Estados Unidos de reconocer a la región autónoma del Tíbet y otras áreas tibetanas de China como parte de la República Popular China".
Tensiones por sucesión del Dalái Lama
Estas tensiones coinciden con el 89º cumpleaños del Dalai Lama, quien ha indicado que clarificará las preguntas sobre su sucesión alrededor de su 90º cumpleaños, un tema que ha generado controversia con China, quien insiste en tener la potestad de nombrar al próximo líder espiritual tibetano.
El pasado mes de junio China instó a Estados Unidos a reconocer la “naturaleza separatista” del Dalái Lama, en respuesta a una reunión programada entre una delegación de congresistas estadounidenses, con la expresidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, al frente, y el líder espiritual tibetano.
Aunque el religioso budista ha dicho que espera vivir más de 100 años, la incógnita de su sucesión, que de acuerdo con la tradición budista debe ocurrir en el Tíbet a través de su "reencarnación", sigue marcando los últimos años de su legado.
Sin embargo, el pasado mes de noviembre, el Consejo de Estado chino publicó un libro blanco que trata el espinoso tema de la futura reencarnación de Buda, personificado en la actualidad en el decimocuarto Dálai Lama, cuyo sucesor "deberá buscarse dentro de China y recibir la aprobación del Gobierno central".
Estados Unidos aprobó en 2019 la llamada Ley de Política y Apoyo Tibetana, que recoge que la elección del Dalái Lama incumbe "únicamente a la comunidad budista tibetana" e incluye la posibilidad de imponer sanciones a altos cargos chinos que traten de nombrar al futuro Dalái Lama, algo considerado por Pekín como una "injerencia" en sus asuntos internos.
(Con información de EFE)
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