Más de 280 muertos hasta el momento es el saldo del seísmo de 7.5 grados Richter en Afganistán y Pakistán.
El sismo que sacudió el sur de Asia el lunes dejó cerca de 280 muertos en Pakistán y Afganistán --incluidas 12 niñas afganas que perecieron en una estampida provocada por el pánico--, y más de mil heridos, según balances oficiales.
El temblor, de una magnitud de 7,5 grados, tuvo su epicentro cerca de Jurm, en la región del Hindu Kush, a 250 kilómetros de Kabul, y a una profundidad de 212,5 kilómetros, indicó el Instituto de Geología de Estados Unidos (USGS).
El movimiento telúrico, que duró casi un minuto, sacudió edificios de Kabul, Nueva Delhi e Islamabad y provocó movimientos de pánico en la población.
El balance provisional era de al menos 63 muertos en Afganistán.
En el vecino Pakistán, las autoridades locales y provinciales dieron cuenta de al menos 214 fallecidos y más de 1.800 heridos.
Hace 10 años, el 8 de octubre de 2005, un terremoto de magnitud 7,6, con un epicentro próximo al del sismo de este lunes, causó la muerte de 75.000 personas y dejó a más de 3,5 millones en la calle.
El número de víctimas aún podría aumentar, avisó el responsable del gobierno provincial de Khyber Pakhtunkhwa (noroeste), una de las zonas más afectadas por el seísmo.
La labor de los socorristas se ve dificultada por la falta de comunicaciones y la fragilidad de las infraestructuras de la región.
En Afganistán, en la provincia de Tajar (noreste), un grupo de colegialas, presas del pánico, "se precipitaron para salir" de su escuela durante el seísmo y provocaron una estampida que dejó 12 fallecidas y 35 heridas, declaró Enayat Naweed, director del departamento de Educación local.
El terremoto también causó la muerte de 30 personas en la provincia de Kunar (este), de 10 en Nangarhar (este), nueve en el Badajshan (noreste) y dos en la provincia de Baghlan (noreste).
Afganistán sufre a menudo terremotos, en particular en el macizo del Hindu Kush, que se sitúa en la falla entre las placas tectónicas india y euroasiática.
El temblor se sintió hasta en Asia Central, por ejemplo en Dusambé, la capital de Tayikistán, donde numerosas personas tuvieron que salir de sus oficinas o apartamentos a la carrera.
Andina/AFP
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