De acuerdo con un grupo médico del Gobierno de Nuevo México, el menor dio positivo en Influenzavirus B. Sin embargo, precisaron que se tienen que realizar más análisis para determinar la causa de su muerte.
El menor guatemalteco indocumentado que murió bajo custodia de las autoridades de Estados Unidos tenía influenza, según concluyó un grupo médico que investiga el caso, aunque no se ha determinado si esa fue la causa por la que falleció el último 24 de diciembre.
El Gobierno de Nuevo México publicó este jueves los resultados de la autopsia realizada al menor de ocho años y, tras examinar sus pulmones y mucosas, realizó unos exámenes que dieron “positivo” en Influenzavirus B, uno de los virus causantes de la gripe.
Pese a esto, los médicos advirtieron que a fin de determinar la causa precisa de la muerte, necesitan “una evaluación adicional de otras muestras de laboratorio”, por lo que todavía no se puede concluir que la gripe causara la muerte del menor inmigrante, identificado como Felipe Gómez.
Detención y muerte
La muerte del menor de ocho años se dio a las 11:48 de la noche (hora local) del 24 de diciembre, según detalló esta semana la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés).
El pequeño y su padre estaban detenidos desde el 18 de diciembre cerca de la localidad texana de El Paso (Estados Unidos), luego de que cruzaran irregularmente la frontera con México. Ambos fueron trasladados a diferentes centros de la CBP y terminaron en la localidad de Alamogordo en Nuevo México el 23 de diciembre.
Al día siguiente, un agente fronterizo observó que el niño estaba tosiendo y tenía los “ojos brillantes”, por lo que fue trasladado al hospital Gerald Champion Regional, donde los doctores determinaron que el menor sufría de un resfriado común.
Luego comprobaron que tenía una fiebre de 39.5 grados y decidieron dejarlo otros 90 minutos en observación para darle el alta con una receta médica para que tomara ibuprofeno y amoxicilina. Sin embargo, la salud del menor empeoró: comenzó a sentir náuseas y vómitos, de forma que los agentes migratorios lo llevaron de vuelta al hospital, donde falleció.
Segunda víctima
Este es el segundo niño que muere en el mes de diciembre bajo custodia de las autoridades estadounidenses. El 8 de diciembre, la guatemalteca Jakelin Caal Maquín, de 7 años, perdió la vida en un hospital de El Paso (Texas) después de haber cruzado ilegalmente la frontera desde México junto a su padre.
El Gobierno estadounidense ha eludido toda responsabilidad por la muerte de los menores inmigrantes y responsabiliza a los traficantes, contrabandistas y a los propios padres de los niños de "poner en riesgo" sus vidas al embarcarse en el viaje hacia el norte. En ambos casos, las autoridades guatemaltecas han pedido a EE.UU. una investigación "clara" por la muerte de los menores. EFE
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