Las nuevas cifras dobla las estadísticas de Italia en medio de unas polémicas declaraciones del presidente Donald Trump que sugirió el uso de desinfectantes para tratar la COVID-19.
Estados Unidos sobrepasó este viernes las 50.000 muertes a causa del nuevo coronavirus, cifra que dobla las escalofriantes estadísticas de Italia, el país más golpeado en Europa por la pandemia, en medio de unas polémicas declaraciones del presidente Donald Trump que sugirió el uso de desinfectantes para tratar la COVID-19.
El mismo día en que el estado de Georgia se convirtió en uno de los primeros en reabrir parcialmente su actividad económica después del confinamiento para atajar la expansión de la enfermedad, el recuento de la Universidad Johns Hopkins reveló que Estados Unidos alcanzó los 880.112 contagios, lo que supone alrededor del 32 % de los casos en el mundo.
Aun así, la jornada estuvo marcada por la polémica originada por Donald Trump, tras unas declaraciones suyas el jueves, donde insinuaba que inyectarse desinfectante en el cuerpo podría servir para tratar la enfermedad.
Rápidamente la firma británica Reckitt Benckiser, que fabrica el desinfectante Lysol, muy popular en EE.UU., y numerosos médicos y científicos se apuraron este viernes en advertir al público de que no ingiera o se inyecte este tipo de productos.
Esta jornada, Georgia dio los primeros pasos hacia la reanudación de la actividad económica, con la reapertura de negocios no esenciales como salones de manicura, estudios de tatuajes, gimnasios o boleras, mientras que la próxima semana ya lo harán restaurantes o cines.
Por su parte, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, reveló que los números de nuevos fallecidos (422) y de hospitalizaciones (1.296) por la COVID-19 en ese estado han vuelto a experimentar un leve descenso dentro de su estabilización.
Mientras que Florida superó registró la subida de los casos y muertes a 30.174 y 1.002, respectivamente, en medio de la expectativa por las recomendaciones para la reapertura económica que hará un comité nombrado por el gobernador Ron DeSantis.
(Con información de EFE)
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