El presidente de Estados Unidos envió cartas a sus aliados quejándose de sus contribuciones.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, envió en junio pasado cartas a algunos de sus aliados de la OTAN en las que se quejaba de que no contribuyen lo suficiente a la Alianza Atlántica.
Los destinatarios de las cartas fueron, entre otros, la canciller alemana, Angela Merkel; el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, o el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, informó The New York Times.
Estas misivas se conocen en la antesala de la cumbre de la OTAN convocada en Bruselas para los próximos 11 y 12 de julio.
En las cartas, Trump constataba que después de más de un año de quejas en público y en privado para presionar a los países de la OTAN a que aporten el 2% de su Producto Interior Bruto (PIB) a la defensa común, estos aún no contribuyen lo suficiente.
El presidente de EE.UU. añadía, siempre según The New York Times, que, como consecuencia, puede reconsiderar la presencia militar estadounidense en el mundo.
"Como discutimos durante su visita en abril, hay una frustración creciente en EE.UU. con que algunos aliados no han dado un paso adelante como se había prometido", dijo Trump en su misiva a Merkel.
"EE.UU. -defendió Trump- sigue dedicando más recursos a la defensa de Europa cuando la economía del continente (europeo), incluida la de Alemania, va bien y abundan los desafíos de seguridad. Esto ya no es sostenible para nosotros".
Además de Merkel, Sánchez y Trudeau, al menos recibieron la carta los líderes de Noruega, Bélgica, Italia, Luxemburgo, Países Bajos y Portugal.
Trump se ha quejado desde que llegó al poder de que EE.UU. gasta demasiado en la OTAN, una idea que ha trasladado a sus socios continentales de forma reiterada en llamadas telefónicas y reuniones bilaterales.
De hecho, Trump llegó a considerar a la OTAN una organización "obsoleta" durante la campaña presidencial, aunque una vez en la Casa Blanca se desdijo. (EFE)
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