Christopher Precopia fue encarcelado por supuestamente allanar la casa de su exnovia y dibujar una X en su pecho con un objeto punzocortante, sin embargo recuperó su libertad luego de mostrar una prueba contudente.
Christopher Precopia es un joven estadounidense, de 21 años, que se salvó de ir a prisión con cadena perpetua gracias a un selfie que se tomó con su familia el pasado 20 de septiembre de 2017 en un hotel de Texas.
Todo comenzó el 22 de septiembre de 2017 cuando Christopher trabajaba en un aserradero de Georgetown. Al término de su jornada fue sorprendido por la policía, que le puso las esposas en las muñecas y le increpó con dureza: "No actúes como si no lo supieras".
La Policía le informó que tenían una orden de arresto del condado de Bell, a lo que Precopia respondió desconcertado: "¿Dónde está el condado de Bell?". Según la denuncia, el joven había allanado la casa de su exnovia y le habría hecho un corte en forma de X debajo del cuello.
Christopher no podía salir de la estupefacción, pues estaba firmemente convencido, de que no tenía nada que ver con los cargos que se le imputaban. Se declaró inocente ante los oficiales, pero no creyeron en su versión, porque necesitaban pruebas para devolverle su libertad.
La familia abrumada por la noticia, se prestó dinero de amistades y de varias entidades para pagar una fianza de 150 mil dólares y limpiar su nombre. Pero aun así les faltaba lo elemental: pruebas. Así que cruzó por el pensamiento de la madre una fotografía que había sido tomada a las 19:02 horas la tarde del 20 de septiembre en el Renaissance Austin Hotel, justo a la misma hora y fecha que denunció el ataque la chica.
La foto publicada en Twitter fue sometida a varias pericias forenses y la Policía pudo corroborar la ubicación real, así que desestimaron los cargos. Según Tele13, su ex pareja admitió que había mentido y que lo había denunciado porque había tenido una relación tormentosa con él hace unos años.
Comparte esta noticia