La vida de Susy Pérez se pasaba en giras por Estados Unidos, almuerzos de lujo, revistas, reflectores y mucho dinero hasta comienzos del 2000. Todo iba bien hasta que un episodio traumático le dio un drástico revés a su vida. Esta es su historia.
A comienzos de 2000, la modelo de raíces puertorriqueñas Suzanne Pérez llevaba una vida ostentosa: aparecía en portadas de revistas masculinas y bailaba para videos musicales de estrellas de la talla de Jennifer López, Daddy Yankee y Puff Daddy.
Pero un día recibió una propuesta de trabajo que le arrebató no solo su gloriosa carrera, sino su vida entera. Firmó un contrato con una agencia de modelaje italiana, que resultó ser un completo engaño. Cayó en una red de prostitución, drogas, alcohol y fue vendida como una esclava sexual.
Después de años de desaparecida, el último 2 de agosto al fin se tuvo noticias de ella. Una reportera de Univisión la encontró deambulando por las calles de Manhattan en Nueva York buscando restos de comida en la basura. Lucía irreconocible.
Cuando le preguntaron a Susy qué había pasado con su carrera como bailarina y modelo, ella contestó lo siguiente: “Me dieron una golpeada, me mataron a golpe más de 5 veces y me violaron”. Por momentos, Susy no es capaz de articular con claridad una sola palabra y es que algo más agravó su crisis. Perdió a su madre y se hundió en el mundo de las drogas.
El equipo de Univisión se puso en contacto con el hijo de Susy, Savion Pérez, de 19 años quien vive en la casa de unos amigos en California. "Te quiero, tú eres lo mejor que me pasó a mí. Cada día sin ti es una sonrisa que no puedo tener", dijo Susy cuando tuvo frente a frente a su hijo, traído por el equipo periodístico.
Con una mueca de dolor que le deformó el rostro por la emoción lo abrazó y la gente que la rodeaba, conmovida hasta las lágrimas, aplaudía y grababa la escena. La mujer fue llevada a un centro de rehabilitación en una camioneta, acompañada de su hijo, pero al llegar a la puerta no quiso ingresar.
Savion Pérez asegura que ha tratado de ayudar muchas veces a su madre. Le ha dado dinero, pero ha sido doloroso saber que lo gasta en drogas. Precisamente ha creado una campaña en Go Found me para recaudar un fondo que le permita cubrirle los gastos de un centro de rehabilitación para adictos a las drogas. La historia de Susy ha dado la vuelta al mundo.
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