Estados Unidos mantiene su confianza en la empresa local Boeing, pese a que todo Europa ha decidido cerrarle los cielos a raíz de dos accidentes mortales en seis meses.
Cada vez más aislado, Estados Unidos sufrió una gran presión para unirse a la prohibición de los vuelos del Boeing 737 MAX por parte de muchos países y aerolíneas de todo el mundo tras la tragedia de uno de estos aparatos operado por la Ethiopian Airlines.
El cielo mundial se fue cerrando progresivamente para los aviones 737 MAX tras dos accidentes mortales en menos de seis meses. Sin embargo Estados Unidos mantiene por ahora su confianza en la empresa local Boeing.
La Administración Federal de la Aviación (FAA) anunció el martes que no hay motivos para impedir operar en el país a los Boeing 737 MAX 8.
"Hasta ahora, nuestro análisis no muestra problemas de funcionamiento sistémico y no da ninguna base para ordenar la inmovilización de esta aeronave. Tampoco otras autoridades de aviación civil nos han proporcionado datos que justifiquen esta acción", dijo en un comunicado el jefe de la FAA, Daniel Elwell.
Europa suspende vuelos
Tras las prohibiciones en Francia, Reino Unido, Alemania, Irlanda, Austria y Holanda, la Agencia europea de seguridad aérea (EASA) decidió suspender todos los vuelos de los aparatos MAX 8 y MAX 9 que salgan, lleguen o viajen al interior de la Unión Europea, cualquiera que sea el origen de los operadores, europeos o de terceros países.
Estas decisiones, que se suman a las de muchas compañías aéreas de no operar con este modelo hasta nueva orden, muestran una desconfianza inédita en la historia de la aviación civil, pero sin sembrar el caos en el tráfico aéreo mundial.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, habló el martes con el presidente de Boeing, Dennis Muilenburg, sobre la crisis que atraviesa la compañía, dijo a la AFP una fuente de la industria. Más temprano, Trump había expresado en su cuenta de la red Twitter que lamentaba la complejidad de los aviones modernos.
"No hay necesidad de pilotos, sino de científicos informáticos del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT)", bromeó.
Varios congresistas de Estados Unidos, como Mitt Romney, Elizabeth Warren y Ted Cruz, instaron a esta institución a aplicar el principio de precaución después del accidente.
En Estados Unidos muchos tripulantes y pasajeros se niegan ahora a volar en esos aviones y el sindicato de personal de cabina (APFA), representante de los asalariados de American Airlines, pidió a sus miembros no viajar en ellos si tienen temores.
Tragedia
Un 737 MAX 8 de la compañía Ethiopian Airlines con destino Nairobi (Kenia) se estrelló el domingo al sureste de Adís Abeba poco después de despegar, matando a 157 pasajeros y miembros de la tripulación. Según un testigo, Tegegn Dechasa, la parte trasera del avión "ya estaba en llamas cuando cayó".
En octubre, otro avión del mismo modelo operado por Lion Air cayó en el mar de Indonesia, matando a las 189 personas que iban a bordo, también pocos minutos después de despegar.
AFP
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