El mandatario asistió este miércoles a una ceremonia celebrada bajo la lluvia en el cementerio nacional de Arlington, en Virginia, cuatro días después de que los medios dieran como ganador a su rival Joe Biden.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hizo este miércoles su primera aparición oficial después de las elecciones con motivo del Día de los Veteranos, un tradicional momento de unidad en el país, ahora empañado por su negativa a reconocer la victoria de Joe Biden.
El mandatario republicano asistió antes del mediodía a una ceremonia celebrada bajo la lluvia en el cementerio nacional de Arlington, en Virginia, cuatro días después de que los medios estadounidenses declararan, basándose en proyecciones de resultados oficiales, que su rival demócrata ganó las presidenciales.
Desde entonces, Trump no se ha dirigido a la nación más que a través de Twitter, y no ha aceptado su derrota frente a Biden, como es tradicional en Estados Unidos una vez que se proyecta un ganador en una elección.
El republicano ha permanecido encerrado en la mansión presidencial, sosteniendo que está a punto de ganar y presentando demandas en las que alega fraude electoral, hasta ahora respaldadas solo por evidencia muy endeble.
El miércoles por la mañana, volvió a tuitear sin pruebas que había ganado las elecciones y había sufrido una manipulación de votos, pese al consenso de observadores internacionales, líderes mundiales, funcionarios electorales locales y medios de comunicación de que la votación del 3 de noviembre fue transparente y no mostró ningún indicio creíble de fraude.
Trump criticó una encuesta "posiblemente ilegal" justo antes de la jornada electoral que, según él, desanimó a los votantes republicanos al mostrarlo 17 puntos detrás de Biden en Wisconsin, aunque la carrera estaba empatada.
Aunque Biden fue declarado ganador en Wisconsin, el presidente añadió que se encaminaba a ganar en ese estado.
Algunos republicanos se sumaron a los crecientes llamados para que el presidente asuma que perdió, y expertos advirtieron que su negativa a hacerlo perjudicaba el proceso democrático y retrasaba la transición hacia un gobierno de Biden, cuya investidura está programada para el 20 de enero.
Entre ellos se encontraba el secretario de Estado republicano de Montana, Corey Stapleton, quien destacó las "cosas increíbles" que Trump logró durante su mandato. "Pero ese tiempo ya terminó. Quítese el sombrero, muérdase el labio y felicite a @JoeBiden", tuiteó.
AFP
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