El gobernador de Florida también aprobó 140 millones de dólares para salud mental y 210 millones para seguridad escolar.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó este martes una ley que busca aumentar la seguridad en los centros educativos del estado con especial énfasis en la salud mental de los estudiantes en Estados Unidos. Esto después de la matanza en una escuela en Texas en la que murieron baleadas 21 personas hace dos semanas.
La nueva ley estatal requiere que los distritos escolares certifiquen anualmente que al menos el 80 % del personal escolar cuenta con capacitación sobre la salud mental de los jóvenes.
Además, el personal escolar deberá formarse en “intervención de crisis” de salud mental en Estados Unidos y mejorar su conocimiento para responder y reducir los incidentes en los centros educativos.
En su presupuesto estatal, el gobernador también aprobó 140 millones de dólares para salud mental y 210 millones para seguridad escolar.
“Todos los niños necesitan un entorno de aprendizaje seguro y protegido”, dijo el gobernador republicano en declaraciones recogidas en un comunicado.
La Legislatura del estado aprobó el proyecto de ley un día después del pasado 24 de mayo, cuando un joven entró armado en una escuela primaria de Uvalde (Texas) y mató a 19 niños y 2 maestras.
El estado de Florida ha reforzado la seguridad escolar y puesto énfasis en la salud mental de los alumnos después de que en 2018 el joven Nikolas Cruz ingresara a su antigua escuela secundaria en Parkland, la Marjory Stoneman Douglas, y asesinara a 14 alumnos y 3 miembros del personal del centro educativo.
La promulgación de esta ley de seguridad escolar se produce justo cuando los legisladores estatales deben mostrar su parecer esta semana sobre el proyecto de los demócratas de llevar a cabo un nuevo periodo legislativo especial para tratar la violencia armada en el estado, indicó el canal NBC6.
Un niño de dos años mató a su padre de un disparo accidental
Un niño de dos años mató a su padre por accidente en Florida al dispararle con un arma cargada que sus progenitores habían dejado sin vigilancia, informaron las autoridades locales.
El 26 de mayo, la policía acudió a la residencia de la víctima cerca de Orlando, en el centro de Florida, tras recibir una llamada de emergencia.
A su llegada, los agentes comprobaron que una mujer, Marie Ayala, estaba haciéndole un masaje cardíaco a su esposo, Reggie Mabry, que había recibido un disparo.
El hombre de 26 años murió poco después en el hospital, y en un primer momento la policía pensó que se había suicidado, explicó en rueda de prensa el sheriff del condado de Orange, John Mina.
(Con información de Europa Press y AFP)
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