La cuidadora sufrió cortes y perforaciones en la cabeza producto del ataque. Las autoridades del zoológico de Topeka lamentaron lo sucedido y resolvieron no sacrificar al felino por hallarse en peligro de extinción.
Una cuidadora resultó herida este sábado por el ataque de un tigre en el zoológico de Topeka, en el estado de Kansas, en Estados Unidos.
El Ayuntamiento de Topeka informó en su cuenta de Twitter del suceso: "Ha habido un incidente con nuestro tigre macho y una cuidadora en el zoo de Topeka esta mañana. La cuidadora fue herida y transportada al hospital consciente y despierta". La municipalidad señaló que los tigres no andan libres y que el lugar sigue abierto.
El director del parque zoológico, Brendan Wiley, dijo en una rueda de prensa, recogida por medios de comunicación locales, que la cuidadora y el tigre, de 7 años y llamado Sanjiv, estaban en el hábitat del animal antes de que el parque abriera, cuando el felino "básicamente derribó" a la mujer.
Como consecuencia del ataque, la cuidadora ha sufrido "cortes y perforaciones en la parte de atrás de la cabeza, el cuello, la espalda y un brazo" y fue trasladada a un hospital de la zona para recibir tratamiento, indicó Wiley.
La mujer era la principal cuidadora del tigre y ha trabajado durante años en el zoo, aunque "no hay ninguna circunstancia por la que deberían haber estado en el mismo espacio, debió de haber algún error", opinó el responsable del parque.
Wiley agregó que la cuidadora se encontraba en el área reservada al tigre para llevar a cabo la limpieza y mantenimiento del lugar, como suele hacer a diario, pero el animal no debería haber estado en ese espacio al mismo tiempo.
El director del zoo subrayó que por el momento no piensan sacrificar al tigre, originario de Sumatra (Indonesia), ya que son una especie "gravemente excepcional" y "en peligro".
Aun así, el tigre Sanjiv ha sido recientemente padre de cuatro cachorros. "Aunque este incidente fue muy desafortunado -siguió Wiley-, (el tigre) hizo lo que un animal salvaje, lo que un tigre salvaje, hace". Wiley alabó la rapidez con la que el personal del zoo reaccionó, ya que consiguió que la situación estuviera bajo control en diez minutos.
(Con información de EFE)
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