Tammy Lawrence-Daley caminaba por un pasillo solitario, totalmente despreocupada del mundo en un hotel de lujo hasta que se cruzó con alguien con quien libró una batalla por sobrevivir. Esta es su historia.
Tammy Lawrence-Daley es una turista estadounidense, de 51 años, que viajó con su esposo y dos de sus mejores amigas a República Dominicana para vivir las vacaciones de sus sueños en Punta Cana. Sin embargo una noche cuando salió de su habitación para fotografiar la naturaleza cayó en las manos de un hombre que la puso cara a cara con la muerte.
Tammy llegó al Majestic Elegance resort un lunes por la noche y al día siguiente disfrutó de sol, playa, arena, música de los ochenta y un espectáculo de teatro que se prolongó hasta las 10:30 de la noche. Llegó a su habitación cansada y minutos después avisó a su esposo que iría por un refrigerio en el salón y demoraría unos cinco minutos, pero nunca llegó.
“No fui al salón de nuestro edificio y opté por ir al salón que se encontraba en el siguiente edificio, que estaba en la playa. Pensé que podía obtener algunas fotos de la luna en el agua, pero nunca llegué a la playa”, escribió en su cuenta de Facebook.
Minutos desesperantes
La turista relata que estuvo por una rotonda en un pasillo solitario, pero se sentía muy tranquila, totalmente despreocupada porque creía estar en un lugar seguro. De pronto escuchó unos pasos y antes que pudiera reaccionar alguien la inmovilizó por detrás.
“Fui agarrada por detrás e inmovilizada de inmediato. Sus brazos me envolvieron y comenzó a empujarme de inmediato a una sala de mantenimiento sin abrir…Las siguientes 8 horas me trajeron dolor y miedo. Fui estrangulada varias veces hasta la inconsciencia. Mi cuerpo fue arrastrado por las escaleras de concreto a un área subterránea de aguas residuales”, detalló.
“Me patearon en la cabeza, me golpearon con un palo y luego me estrangularon de nuevo; en ese momento, él desechó mi cuerpo en un área a la que me refiero como el "agujero". Estuve inconsciente varias veces durante este ataque salvaje, así que no tengo idea de qué más se me hizo durante ese tiempo. De alguna manera sobreviví. Una vez más, no voy a entrar en todo el infierno por el que pasé por estar básicamente "enterrada" en ese infierno durante tantas horas”, añadió.
Hallan evidencia
Durante ocho horas estuvo desaparecida hasta que alguien halló su cuerpo tendido en un charco de sangre. Al principio creyeron que estaba muerta, pero al hallar pulso fue trasladada a un hospital donde la operaron de varias lesiones en la cara y el cuerpo.
“Todavía estoy lidiando con varios problemas, incluido el daño a los nervios, así como todos los gastos médicos desde que estoy en casa. Majestic Elegance no se responsabiliza por el ataque ya que no pude identificar al atacante (a pesar de que llevaba un uniforme con el logotipo del resort y me golpeó directamente en frente de la sala de mantenimiento sin abrir y me arrastró escaleras abajo hasta el sótano para que nadie pudiera oírme ni encontrarme”, aseguró.
La policía encontró evidencia de la manija de un trapeador manchado de sangre y un sombrero de mantenimiento en el área. El esposo y sus amigas fueron a la recepción al menos tres veces durante la noche antes de que el personal de seguridad la buscara. La seguridad del Majestic Elegance creyó que estaba borracha en alguna parte.
Pensó que la había matado
“Este hombre pensó que me había matado, pero fracasó. Él todavía está allí afuera, un depredador, esperando a su próxima víctima”, compartió su experiencia Tammy quien no deja de lamentar lo que le pasó y al mismo tiempo pide a las mujeres siempre estar acompañadas de alguien en un lugar desconocido.
El Majestic Elegance no le reembolsó las vacaciones, ni cubrió los gastos médicos, pese a que su atacante llevaba en su uniforme el logo del hotel, cree que se trató de un trabajador del lugar, pero no tiene como probarlo por la ausencia de cámaras de vigilancia justo en ese pasadizo silencioso y poco iluminado.
En una entrevistada concedida a la NBC News dijo que perdió el conocimiento varias veces y que pensaba en ese momento en que no iba a llegar a casa a ver sus hijos y esposo. Solo recuerda el aliento que tomó y que pensó sería último.
Comparte esta noticia