Ron Rockwell Hanse fue arrestado el 4 de junio de 2018 de camino al aeropuerto de Seattle donde tenía previsto embarcar en un avión con destino a China con documentos clasificados como secretos de defensa.
Un exagente de inteligencia militar estadounidense se declaró culpable de espiar para Pekín, anunció el secretario de Justicia en un comunicado.
Ron Rockwell Hanse, de 58 años, fue arrestado el 4 de junio de 2018 de camino al aeropuerto de Seattle donde tenía previsto embarcar en un avión con destino a China con documentos clasificados como secretos de defensa.
Hansen, retirado del Ejercito y que habla con fluidez mandarín y ruso, reconoció que en 2014 agentes de inteligencia china le contactaron.
El exagente les habría entregado información, principalmente industrial, a cambio de "centenares de miles de dólares".
En 2016, el espía trató de reclutar un colega de la agencia de inteligencia militar, la DIA, quien tenía información interesante para los chinos sobre "el estado de preparación militar de Estados Unidos" en una región que el secretario no nombró.
Información privilegiada
Este agente alertó a sus superiores y luego ayudó a atrapar a Hansen enviándole los documentos solicitados, que llevaba encima cuando fue arrestado. "Sabía que esta información podría utilizarse en detrimento de Estados Unidos y en beneficio de una nación extranjera", escribió el Departamento de Justicia.
En su acuerdo con la justicia, Hansen se declara culpable de tratar de transmitir información confidencial a China, cargo por el que se enfrenta a 15 años de prisión. La sentencia está previsto que se conozca el 14 de septiembre.
La de Hansen es la última detención de un funcionario estadounidense acusado de espiar para China.
Jerry Chun Shing Lee, exagente de la CIA, fue detenido en enero de 2018. Kevin Mallory, antiguo responsable del Departamento de Estado, y una diplomática estadounidense, Candance Marie Claiborne, fueron arrestados en 2017.
EFE
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