"Yo miraba a la virgen y tenía en mano el incensario y me olvidé de que había el escalón", relató Francisco en su vuelo de regreso a Roma.
El papa Francisco comentó este domingo su pequeño incidente durante la misa del pasado jueves en el santuario de Czestochova (Polonia), cuando tropezó en un escalón, y explicó que se dejó caer porque si no se "habría hecho daño"
"No puse resistencia". "Yo miraba a la virgen y tenía en mano el incensario y me olvidé de que había el escalón. Cuando sentí que caía me dejé caer y no puse resistencia. Esto me salvó porque si no habría tenido alguna consecuencia", explicó.
Más de un tropezón. "Pero estoy muy bien", explicó el pontífice argentino a las preguntas de los medios de comunicación, que regresaron este domingo con él en un vuelo de Polonia hasta Roma. Francisco, que a veces tiene problemas al subir escaleras por la ciática que padece, ha tropezado en varias ocasiones en peldaños o al engancharse con el bajo de la sotana y en este último caso el Vaticano aseguró que el pontífice no sufrió ningún daño.
La caída. El pontífice se dirigía al altar donde iba a oficiar la ceremonia cuando perdió el equilibrio y terminó en el piso. Afortunadamente, el líder religioso no sufrió lesiones, ya que tras ser ayudado a levantarse continuó sin problemas y ofició la misa.
Siguió sin problemas. Francisco celebró una misa en este santuario de la llamada Virgen Negra, la más venerada por los católicos polacos y por Juan Pablo II, en la que se recordó los 1.050 años de la conversión al cristianismo de la nación polaca. La misa congregó a aproximadamente 300 mil personas, que escucharon atentamente las palabras del sumo pontífice argentino.
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