La familia Reimann es una de las más acaudaladas de Alemania y tras una investigación del diario Bild, anunciaron la donación de 11 millones de dólares a fines benéficos. De acuerdo con la publicación sus antepasados eran antisemitas que utilizaban prisioneros de guerra franceses en sus fábricas.
Una de las familias más ricas de Alemania va a donar once millones de dólares (unos 9,7 millones de euros) a fines benéficos tras descubrir la intensidad de los lazos de sus antecesores con el régimen nazi, quienes emplearon reos como mano de obra forzada, informan este lunes medios alemanes.
Se trata de la familia Reimann, una de las más acaudaladas de Alemania y quienes controlan conocidas empresas de alimentación y restauración como la Panera Bread, Krispy Kreme Doughnuts, Jacobs Douwe y Bruegger’s entre otras, ha tachado de “repugnantes” los crímenes que salieron a la luz tras una investigación del diario Bild.
Lazos con le nazismo
Según esta publicación, Albert Reimann y su hijo de igual nombre emplearon civiles rusos y prisioneros de guerra franceses en sus empresas en Ludwigshafen (suroeste) durante la era nazi (1933-1945).
Además, se evidenció que ambos eran antisemitas, que apoyaron a Adolf Hitler y que el mayor de ellos ayudó financieramente a las SS desde 1931.
Ambos antecesores de la familia Reimann y líderes del conglomerado familiar de empresas eran "culpables", aseguró a Bild Peter Harf, portavoz del holding empresarial JAB, que gestiona los activos de la familia, quien agregó que debieron ir a la cárcel.
Investigación a pedido
La familia fue la que solicitó hace tres años una investigación en profundidad sobre los lazos de sus antecesores con el nazismo y quedaron "sin palabras" al afrontar los resultados del estudio.
"No hay nada que pasar por alto. Estos crímenes son repugnantes", afirmó Harf, quien añadió que la familia quiere hacer público el informe una vez que se concluya. Por el momento no ha trascendido a qué fines se va a destinar concretamente los once millones de dólares.
La investigación fue solicitada tras examinar unos documentos de su archivo privado que ponían en duda las conclusiones de un informe de 1978 en el que se apuntaba que las relaciones con el régimen nacionalsocialista eran menores. EFE
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