La iniciativa genera gran controversia entre los socios de la actual coalición de Gobierno, en especial por la alarma que provoca en los dos partidos más conservadores de Holanda. Sin embargo, unos 10 000 holandeses mayores de 55 años mostraron su interés en ello.
El Parlamento de Holanda ya tiene en sus manos el polémico proyecto de ley por el que los progresistas D66, uno de los partidos del Gobierno de La Haya, quiere defender el "derecho" de los mayores de 75 años que, aun estando sanos, opten por solicitar la eutanasia al considerar que han vivido bastante.
Esta iniciativa genera gran controversia entre los socios de la actual coalición de Gobierno, en especial por la alarma que provoca en los dos partidos más conservadores, Llamada Democristiana (CDA) y Unión Cristiana (CU), que están en contra de legalizar esta opción, a pesar de que unos 10 000 holandeses mayores de 55 años mostraron su interés en ello.
Según un estudio publicado en marzo, a petición del actual Ejecutivo, esa es la cifra de personas, de un total de 21 000 encuestados, que querría poder tener acceso legal a la eutanasia una vez alcancen una edad determinada, tengan que lidiar con los achaques de la vejez y consideren que ya han cumplido su ciclo de vida.
Esperar a los resultados de esa investigación fue lo que retrasó la presentación del proyecto de ley, que ha elaborado la diputada progresista Pia Dijkstra, puesto que los socios de Gobierno pusieron en 2017 como condición hacer un estudio social para determinar si una ley así podría ser necesaria, antes de volver a hablar del asunto.
La autora del proyecto subrayó que el "problema es cada vez mayor ahora que la diferencia entre la vida biológica y la vida biográfica está aumentando gracias a los avances médicos". Es decir, la gente deja de formar parte del sistema laboral a los 67 años, pero vive más que antes, sin participar muchas veces en la sociedad y con quejas como la soledad o la propia vejez.
Para poder acceder a esta opción, la persona debe tener al menos 75 años y llevar a cabo varias entrevistas con un "consejero profesional", con el que el anciano mantiene una conversación durante la última etapa de la vida para entender los motivos que hay detrás de su deseo de morir y si hay otras alternativas que le devuelvan las ganas de vivir.
Este consejero no es quien evalúa si es posible o no recurrir a la eutanasia, una decisión final que necesita al menos dos meses de reflexiones y en la que están involucrados familiares, el médico general y otros expertos.
El líder de Unión Cristiana, Gert-Jan Segers, considera "inaceptable" que se haya presentado la propuesta a debate. También los demócrata-cristianos rechazaron tajantemente dar su apoyo a la propuesta, pero se comprometieron a "abordar las causas de la soledad" y tratar de paliar la situación, especialmente "cuando las personas se sientan solas, abandonadas o perdidas porque necesitan atención o cuidado".
Aún no está claro si este proyecto podría lograr el respaldo de una mayoría parlamentaria, aunque en principio obtendría el respaldo de los liberales del primer ministro Mark Rutte.
EFE
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