Liz Truss, primera ministra británica, expresó el dolor de todo el Reino Unido tras el deceso de la reina Isabel II. Ella fue una de las últimas funcionarias en aparecer junto a la reina el último martes
Tras el deceso de la reina Isabel II, la primera ministra británica, Liz Truss, se dirigió al Reino Unido para expresar el dolor del país ante la lamentable pérdida.
"Todos estamos devastados por la noticia que acabámos de escuchar de Balmoral. La muerte de su majestad, la reina, es un gran impacto para la nación y para el mundo. La reina Isabel II fue la roca sobre la que se construyó la Gran Bretaña moderna. Nuestro país ha crecido y floreció bajo su reinado. Gran Bretaña es el gran país que es hoy gracias a ella", se refirió en su pronunciamiento oficial.
Asimismo, refirió que el Reino Unido debía unirse para "ayudar" al nuevo monarca, Carlos III, a llevar la responsabilidad de la corona.
"La corona pasa, como lo ha hecho durante más de mil años, a nuestro nuevo monarca, nuestro nuevo jefe de Estado, su majestad el rey Carlos III. Con la familia del rey lamentamos la pérdida de su madre y mientras lloramos debemos unirnos como pueblo para apoyarlo, para ayudarlo a soportar la tremenda responsabilidad que ahora lleva por todos nosotros", señaló.
Al respecto, a nombre del Reino Unido, presentó su "lealtad y devoción" al heredero y consideró que, con ello, iniciaba una "nueva era".
Le ofrecemos nuestra lealtad y devoción así como su madre dedicó tanto a tantos durante este tiempo. Con el paso de la segunda era isabelina, damos paso a una nueva era en la magnífica historia de nuestro gran país, exactamente como su majestad hubiera deseado al decir las palabras God Save the King", subrayo.
El espíritu de Gran Bretaña
Además, durante su mensaje, la primera ministra resaltó la labor que la reina realizó en vida por el bienestar de la nación.
"Ahora somos una nación dinámica, moderna y próspera (...) La reina Isabel II nos brindó la estabilidad y la fuerza que necesitábamos. Ella era el espíritu mismo de Gran Bretaña y ese espíritu perdurará", remarcó.
En ese sentido, refirió que el mundo la admiraba por sus cualidades y que fue un "ejemplo" para su país.
"Logro haber presidido con tanta dignidad y gracia durante 70 años. Su vida de servicio se extendió más allá de la mayoría de nuestros recuerdos vivos. A cambio, la gente del Reino Unido y de todo el mundo la amaba y la admiraba. Ha sido una inspiración personal para mí y para muchos británicos. Su devoción al deber es un ejemplo para todos", afirmó.
Liz Truss fue una de las últimas funcionarias que tuvo un encuentro con la reina Isabel II antes de su muerte. Éste tuvo lugar el último martes, luego de asumir el cargo de primera ministra británica.
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