Pedro Sánchez informó el miércoles que se daba unos días de reflexión para meditar si merecía la pena seguir al frente del Gobierno español tras la apertura de diligencias por parte de un juzgado de Madrid contra su esposa Begoña Gómez por la supuesta comisión de delitos de tráfico de influencias y corrupción que denunció una organización de extrema derecha.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, comparecerá este lunes en el Palacio de la Moncloa para comunicar si se mantiene o no en el cargo tras haber reflexionado sobre su continuidad en medio de una ola de solidaridad de dirigentes y militantes socialistas que le piden no dar un paso atrás.
Tanto en el Gobierno como en el PSOE se asegura que todas las opciones están abiertas y que se trata de una decisión personal, alejada de cualquier tipo de estrategia, después de la campaña de "acoso y derribo" que Sánchez considera que está sufriendo por parte del PP, Vox y medios y organizaciones de derecha y ultraderecha y que incluye ataques a su esposa, Begoña Gómez.
El jefe del Ejecutivo anunció el miércoles que se daba unos días de reflexión para meditar si merecía la pena seguir y que sería este lunes cuando anunciaría su decisión.
La incógnita se mantiene sobre el camino por el que ha optado e incluso sobre la hora en la que comparecerá en la sede de la Presidencia del Gobierno para hacerlo público.
El detonante
La apertura de diligencias por parte de un juzgado de Madrid tras la denuncia presentada contra Begoña Gómez por Manos Limpias por la supuesta comisión de delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios fue el detonante de su decisión de abrir la puerta a la dimisión.
Nadie, ningún ministro ni ningún dirigente del PSOE, incluso de su círculo más cercano, se atreve a augurar lo que ocurrirá, y todos los que se han pronunciado públicamente o han sido consultados por EFE coinciden en que no se puede descartar nada.
La sensación que transmiten es que Sánchez pensó en dimitir tras conocer la denuncia contra su mujer, pero que, para no actuar en caliente, decidió darse unos días de reflexión tal y como expuso en su carta a la ciudadanía.
Admiten que hay mucha preocupación por la decisión que pueda adoptar ya que aseguran que hay riesgo cierto de que dimita.
Pero evitan hacer más cábalas sobre los escenarios posibles, que pasan por la continuidad del presidente, por el hecho de que la ligue a que prospere una cuestión de confianza, por una convocatoria electoral para la que tendría que esperar aún poco más de un mes, o por la renuncia y el consiguiente intento de investidura de otro representante socialista.
"Pedro, quédate"
El PSOE transformó la reunión de su Comité Federal del sábado prevista para aprobar la candidatura a las elecciones europeas en un acto de apoyo a su líder en el que se repitieron las llamadas a que no tire la toalla.
"Pedro, quédate", fue el mensaje con el que la número dos del Gobierno y del PSOE, María Jesús Montero, abrió su intervención en ese cónclave socialista y el que secundaron el resto de dirigentes del partido y, en la calle, varios miles de militantes llegados a Madrid de toda España para apoyar a su secretario general.
También ha habido otras movilizaciones durante el fin de semana pidiendo a Sánchez que continúe al frente del Gobierno, y, entre sus socios, la vicepresidenta del Ejecutivo y líder de Sumar, Yolanda Díaz, le ha respaldado afirmando que "nadie va a doblegar al Gobierno" y que "se respetará la legalidad democrática" frente a una derecha y una extrema derecha a quienes "les queda tiempo de estar en la oposición".
Por su parte, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, que prevé comparecer también este lunes tras conocer la opción por la que se decante Sánchez, ha afirmado que, decida lo que decida, ya representa al pasado tras haber traído "decadencia y división" a España.
(EFE)
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