Jair Bolsonaro, uno de los mandatarios más escépticos en el mundo sobre la gravedad del coronavirus, llegó a considerar la enfermedad como una "gripecita" y dos ministros de Salud abandonaron sus carteras en plena pandemia por discrepancias con el presidente de Brasil sobre cómo enfrentarla.
El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) lamentó este sábado las más de 100.000 muertes causadas por el coronavirus en Brasil y acusó al presidente Jair Bolsonaro de "arrogante" y "soberbio" por "desafiar la ciencia y hasta la muerte".
En un extenso mensaje divulgado por las redes sociales, el exmandatario criticó "la cara cruel" de Brasil y pidió empatía y solidaridad con los más necesitados.
Brasil rebasó este sábado la barrera de los 100.000 muertos por coronavirus, a casi cinco meses de la confirmación de la primera víctima en el país.
Según los más recientes datos, Brasil cuenta ahora con 3.012.412 casos confirmados de COVID-19, mientras que con 905 decesos en el último día, el número total de víctimas mortales ascendió a 100.447.
"En 144 días, el coronavirus se llevó temprano a 100.000 padres, madres, hijos, hermanos, abuelos. Eran amigos, conocidos, eran trabajadores que se vieron obligados a dejar sus hogares y luchar por su pan de cada día", indicó Lula, a través de su cuenta en Twitter.
El exmandatario, de 74 años, y quien recurre en libertad a un proceso por corrupción tras pasar un año y siete meses en la cárcel, señaló que así como la pandemia mostró el lado más solidario de los brasileños, también reveló "la cara más cruel del egoísmo" y dijo que la COVID-19 era despreciada por "quienes debían cuidar al pueblo".
"Por la arrogancia y la soberbia de un presidente que eligió calificar a un virus cruel como una "gripecita", desafiando a la ciencia e incluso a la muerte, y que cargará con la responsabilidad de miles de vidas en su alma", precisó.
Jair Bolsonaro, uno de los mandatarios más escépticos en el mundo sobre la gravedad del coronavirus, llegó a considerar la enfermedad como una "gripecita" y dos ministros de Salud abandonaron sus carteras en plena pandemia por discrepancias con el dirigente sobre cómo enfrentarla.
"Dejo mi abrazo fraterno a todos los que perdieron a un ser querido por el coronavirus. Y en este día de añoranza, honremos la vida de quienes han estado promoviendo la conciencia. La solidaridad es imprescindible para salir de esta crisis", finalizó el exmandatario.
Brasil, con una población de 210 millones de habitantes, es el segundo país del mundo con mayor número de casos y decesos por la pandemia, solo por detrás de Estados Unidos, que registra cerca de cinco millones de contagiados y más de 162.000 muertes y alberga a unos 330 millones de habitantes.
(EFE)
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